Enseñanzas de un éxito incontestable
La Real ha vuelto a Europa con un fútbol atractivo, unos números de récord y siete canteranos en su ‘once’ titular junto a cuatro foráneos de nivel
La Real disfruta de su primer fin de semana en el paraíso. La boda de Iñigo Martínez, que se celebrará hoy en Ondarroa, será un fiestón no sólo porque así debe ser una celebración de este tipo, sino porque, además, llega en el marco del éxito incontestable que logró el conjunto txuri urdin el domingo pasado en Vigo.
A falta de valoraciones del entrenador de la Real, los balances corresponden al presidente -lo hace hoy en estas páginas-, posiblemente al director deportivo Loren cuando renueve -está al caer- y al periodismo. Pocas veces una campaña del conjunto txuri urdin concitará una unanimidad mayor. Hablamos de uno de los mejores campeonatos en la historia del club. Poco más se puede decir. La Real ha llegado a Europa en uno de los mejores puestos que ha alcanzado en sus 107 años de historia, lo ha hecho ganando 19 partidos (a tres del récord) y marcando 59 goles (en el ‘top ten’ de la historia del club). Ha hecho partidos memorables como ante el Atlético de Madrid o Barça en Anoeta, ha ganado 9 partidos fuera de casa y ha dado alternativa, además, hasta a cinco jugadores del Sanse (Bautista, Odriozola, Zubeldia, Kevin y Guridi) que la próxima temporada serán miembros del primer equipo. No se puede pedir más a un club que, en parámetros presupuestarios, es el octavo, por lo que ha mejorado dos posiciones su teórico lugar y tiene casi imposible asaltar el cuarto puesto.
Ya que los datos objetivos sólo permiten disfrutar e ir preparando los viajes a Europa de la próxima campaña, el legado más importante de la campaña recién finalizada son las enseñanzas que deja. Hace sólo dos años, con David Moyes al frente del equipo, la Real se encontraba en un páramo futbolístico, con nulas expectativas de progreso en su juego y con un técnico que preguntaba si era preferible optar a la Champions con un equipo lleno de fichajes o ser décimos con un equipo de canteranos. Menos de dos años después, la Real se ha clasificado para la Europa League con 7 canteranos indiscutibles en su ‘once’ tipo y cuatro foráneos que aportan de verdad, de los que marcan la diferencia. La fórmula que más satisface al conjunto de la masa social blanquiazul. Una fórmula que, bien gestionada, permite a este club ser competitivo al más alto nivel.
El silogismo afecta a una próxima temporada en la que, necesariamente, la profundidad de la plantilla va a tener que dar una mano mayor de la que ha dado esta campaña. La Real no puede permitirse el lujo de que jugadores como Granero o Canales, llamados a tener un papel preponderante en el equipo por su condición de refuerzos, terminen la temporada por debajo de los 1.000 minutos jugados (26 de media por partido). Es el tipo de contratación que no debe hacer el club txuri urdin.
Con no menos de 16 jugadores con sitio fijo en la plantilla de la próxima temporada, más el ascenso de los cinco futbolistas del Sanse, gestionar la situación de jugadores como Canales, Granero, Concha, Gaztañaga, Markel, Héctor o Pardo es el gran reto que tienen Loren y Aperribay, que hace un verano no saldaron con éxito. Eso, y volver a atinar, como atinaron con Willian o Juanmi, en unos fichajes que, con un ‘once’ tipo muy consolidado, no tienen fácil mejorar lo que ya hay en el plantel, si bien van a ser necesarios para afrontar con garantías tres competiciones