“LA JUVE TUVO SU DÍA Y NOS ARROLLÓ; TENÍA PEGADA”
Raynald Denoueix se llevó un buen número de críticas por la puesta en escena de la Real ante de uno de los grandes como la Juventus de Turin. El entrenador francés optó aquel 21 de octubre de 2003 por las rotaciones y dejó en el banquillo a sus mejores hombres. Sander Westerveld, entre otros, mostró su malestar por el proceder de Denoueix y no se cortó un pelo al afirmar que “si no jugamos con los mejores, no podemos ganar”. Bittor Alkiza sí salió de inicio en Delle Alpi y recuerda que se enfrentaron a un señor equipo, más allá de suplentes y titulares.
Me imagino que enfrentarse a la Juventus sería el reto más atractivo de aquella fase de grupos, ¿no?
Sí, sin lugar a dudas, por la entidad de un equipo como la Juve y por la historia de ese club. Además, por las circunstancias que se dieron, que llegábamos los dos equipos con los dos primeros partidos ganados y eso hacía ir con cierta tranquilidad.
¿Cómo recuerda el partido?
Han pasado muchos años. Sí me acuerdo, por ejemplo, que tras el mismo hubo muchas críticas. Pero hablar de mejores, de peores al final de un partido... es fácil hacer esa lectura. Me acuerdo que la Juve tenía mucha pegada. Empezó el partido y las primeras veces que llegaron, sufrimos mucho y encima se pusieron por delante enseguida, nada más comenzar. Si es que para el minuto 45 ya íbamos 3-0 por debajo en el marcador, ya no teníamos nada que hacer y era casi imposible darle la vuelta al partido. Sabíamos que si un equipo de esos tenía el día bueno, te podía arrollar. Y la Juve lo tuvo.
Mejor en el segundo tiempo que en el primero...
Quizá porque ellos se relajaron un poco y por lo menos pudimos maquillar el resultado e hicimos las cosas mejor.
¿Qué supuso para la Real jugar en un campo así?
Imagínate lo que suponía para el club, aparte de por el campo, por el torneo que es. Desde que la Real había sido campeón no había vuelto a jugar una competición así. Eso supone mucha responsabilidad por lo que llevas detrás, por el club, por la gente que sigue a la Real y por la ilusión que puede hacer el poder jugar la Champions.
En Anoeta 0-0 ....
Fue un partido muy cerrado. Hubo muy pocas ocasiones de gol y a pesar de tener el balón, te das cuenta cuando es un equipo poderoso, ofensivamente bien trabajado y lo difícil que es hacerle cosquillas.
¿Qué es lo que nunca olvidará de aquella eliminatoria?
No lo sé. Era una liguilla de grupos y es diferente a una eliminatoria, que se te quedan más clavadas porque son dos partidos y te juegas mucho más. Tuvimos la suerte de ganar los dos primeros partidos y es diferente. El partido de casa venía seguido al de Turin. No tengo nada especial que decir. El partido de allí, como el campo era muy grande, no había mucha gente. Hay otras veces que un campo lleno, aunque sea más pequeñito, te impresiona más. No tengo muy buena memoria. Sí que me acuerdo de las críticas que hubo tras ese partido porque no puso al mejor equipo, pero más allá de eso, no soy muy bueno para recordar historias.
Se cambió la camiseta con alguien...
En Anoeta con Davids. Nos metimos más de un ‘viaje’.
Jugar ante futbolistas como Davids, Buffon, Trezeguet, Thuram, Nedved...
Lógicamente, cuando sale el sorteo y ves el calendario, te hace mucha ilusión. Lo tienes señalado. Luego, como dicen los profesionales, una vez que estás en el campo y empieza el partido, no te acuerdas contra quién estás jugando. Tratas de hacerlo lo mejor y que a ellos les salga lo peor posible