Quién manda aquí
Loren debería de ser es el guardián de los valores del club pero Eusebio moldea la plantilla con su estilo como innegociable cuaderno de bitácora
Tres semanas después de finalizar la temporada, las únicas evaluaciones públicas en la Real las ha efectuado el presidente. No es poco, si bien sería más higiénico algo más de transparencia tanto del entrenador como del director deportivo. Eusebio salió de Donostia como alma que lleva el diablo y Loren aún no ha renovado. El técnico debió de dejar los deberes hechos, en tanto en cuanto los futbolistas de la plantilla actual ya saben a lo que atenerse respecto al futuro. El club, por su parte, ya se mueve en el mercado en busca de los tres o cuatro refuerzos con los que piensa re modelar su‘ ejército’ ,además de los cinco futbolistas del filial que serán considerados miembros del primer equipo, a todos los efectos, la próxima temporada.
La falta de explicaciones de técnicos al más alto nivel obliga a extraer conclusiones propias en función de los movimientos que se van produciendo. La mayor duda que generan las decisiones adoptadas por el club afecta a quién manda en la Real. Loren es, a priori, el ejecutivo deportivo sobre el que debería pivotar el proyecto y, por encima de todo, el guardián de los valores y el estilo del club. Los movimientos, sin embargo, apuntan a una ingerencia mayor de la recomendable de un Eusebio que está moldeando la plantilla con su estilo futbolístico como innegociable cuaderno de bitácora. El año y medio que lleva el entrenador vallisoletano en Anoeta ha sido magnífico. Los resultados están a la vista y esto le concede un aval importante en lo que al margen de maniobra con la plantilla se refiere. Pero tampoco se puede obviar que, como todos los entrenadores, tiene fecha de caducidad y que la Real seguirá adelante cuando Eusebio ya no esté. Y ese día llegará.
Sin entrar en sus aptitudes futbolísticas, resulta altamente significativo que cuatro futbolistas de la cantera, por diferentes motivos, estén en la puerta de salida de la Real en estos momentos. Gaztañaga, Zaldua,
Markel Bergara y Pardo podrían no continuar la próxima campaña como blanquiazules lo que, sin duda, obliga a una reflexión. Loren ha sido el mayor valedor de Markel en el club txuri urdin y Gaztañaga es otro jugador de su total cuerda. En ambos casos, en cualquier caso, se va a imponer el criterio del entrenador, que no cuenta con ellos y provocará su salida.
Los casos del lateral y el riojano son diferentes, pero también llamativos. El donostiarra se ha visto afectado por la explosión de Odriozola y, con Carlos Martínez en la recámara, apuesta por salir, un movimiento que, si es permitido por la dirección deportiva, sin duda debilita el potencial de la plantilla ya que la solvencia de Zaldua está probada. Y luego está el caso de Pardo, renovado hasta 2020 antes de salir cedido al Betis y con el que Eusebio no cuenta. La Real incluso se ha planteado traspasarlo para poder afrontar otras inversiones.
Son sólo algunos casos que llevan a dudar sobre quién tiene más poder en este momento en materia deportiva. El entrenador, por norma, nunca debería mandar más que el club. Sobre todo si, de alguna manera, descapitaliza al equipo en lo referente a jugadores con ADN Real. Es verdad que ha dado paso a una generación de jóvenes y que los resultados son su mayor aval pero no lo es menos que está haciendo prevalecer en exceso sus gustos, lo que se puede llevar por delante algunas cuestiones sobre las que el club debería tener algo más que decir