Porte se gana el cartel de candidato al Tour
Kennaugh ganó en Alpe d’Huez
Haciendo bueno el dicho de que la mejor defensa es un buen ataque, Richie Porte (BMC) consolidó su posición de líder en el último kilómetro y medio de la séptima etapa del Critérium del Dauphiné, de 168 kilómetros, entre Aoste y Alpe d’Duez. Sin compañeros que le ayudaron en los últimos suspiros de la jornada, con esta maniobra el australiano buscaba minimizar el ataque que protagonizó a 15 km de meta un valiente Romain Bardet. Una táctica que dio sus frutos, ya que a falta de la última jornada de hoy, de nuevo dura y explosiva, Richie ha aumentado su diferencia respecto a Chris Froome (2º) hasta el 1’02”, con Jakob Fuglsang a 1’15” en la terc era posición del podio.
Curiosamente, de todos los ciclistas con apellido ilustre el tres veces ganador del Tour fue el que tuvo ayer un rendimiento menor. No se le vio tan fresco y ágil de piernas como en días precedentes y acabó cediendo un tiempo precioso que pone en tela de juicio la consecución de su tercer Dauphiné seguido. Del resto de gallos, Bardet fue el más osado atacando en las rampas más duras del Col de la Sarenne, previo a la llegada a Alpe d’Huez, aunque al final pagó su esfuerzo y no pudo obtener una renta tan abultada como esperaba, y de nuevo, como ya sucediera en la sexta jornada, Fabio Aru y Alejandro Valverde lanzaron tímidos ataques. No así Alberto Contador, que ayer volvió a tirar del conservadurismo
que anunció al inicio del Dauphiné, aunque al menos se pegó a la rueda de Porte cuando el líder decidió vaciarse, quedando por delante de Froome. La gloria en la jornada del sábado fue para otro británico, para el compañero de Chris en el Sky, Peter Kennaugh. Fue el más resistente de la escapada, de la que al final sólo quedaron él y su compatriota Swift, al que dejó sentado a falta de 3,5 km, yéndose en pos de una de las victorias más míticas en la alta montaña, Alpe d’Huez, que poco podía imaginar en 2012 cuando fue oro en los Juegos de Londres y en el Mundial.
Hoy, último asalto, de 115 km entre Albertville y el final en alto de Plateu de Solaison