El enésimo culebrón de verano
Desde que en junio de 2014 la Real se hiciera con el 100% de sus derechos, la trayectoria de Vela ha estado salpicada por luces y sombras. Ahora, su nombre vuelve a estar en todos los mentideros
México es un país cuya producción de telenovelas es especialmente prolífica, y dada la especial querencia por el género folletinesco -entiéndase en su acepción más respetuosa y en absoluto peyorativa- de los mexicanos, no debería extrañarnos en modo alguno, que el ‘asunto Vela’ desarrollara algunos episodios nuevos en el próximo verano.
A nadie se le escapa el hecho de que la continuidad de Vela en la Real Sociedad puede verse seriamente comprometida en las próximas semanas. Es cierto que no se trata de la primera vez que nos asomamos a un escenario de tales características, yo diría que casi cada temporada asistimos a una puesta en escena semejante, siempre con la posible marcha del futbolista mejicano como núcleo central de todas las discusiones.
Son ya seis las temporadas de Vela en la Real Sociedad y su hoja de servicios no diré que es inmaculada, pero sus aportaciones se pueden considerar como muy notables. Es cierto que en las últimas temporadas se ha
observado una cierta ralentización en su progresión después de unos primeros años ciertamente brillantes, con la temporada de la clasificación para la Champions League como exponente más fiel de su compromiso con el club txuri urdin. Sus números de aquella época avalan una trayectoria altamente prometedora. Sin embargo, esa progresión no prosiguió al mismo ritmo en las campañas subsiguientes y surgieron las dudas en torno a la idoneidad de apostar por su continuidad. El debate ha estado abierto, con mayor o menor virulencia, desde entonces.
Precisamente por estas fechas -junio de 2014-, se cerraba la contratación definitiva de Vela por la Real Sociedad, tras una operación realmente compleja a tres bandas, a la conclusión de la cual, el club donostiarra se hizo con el 100% de los derechos del futbolista, y el futbolista estampaba su firma en contrato de cuatro años. La apuesta de la Real Sociedad por Carlos Vela no podía ser más incontestable, ya que club decidía romper el techo salarial establecido hasta ese momento, para convertir al mexicano en el futbolista mejor pagado de la plantilla y en la apuesta más decidida y audaz del club presidido por Aperribay.
La respuesta del atacante mexicano a partir de ese momento ha estado salpicada de luces y sombras; aquéllas nos permitieron soñar con uno de los futbolistas más sobresalientes que han llegado a la Real, mientras que éstas dibujaron espacios de incertidumbre sobre su actitud.
Este verano, como cabía esperar, el nombre de Vela vuelve a estar en todos los mentideros futbolísticos internacionales, y el abanico de posibilidades que se abren en torno a su futuro es considerable. Y como ha venido siendo norma en todos estos años, la confusión es la norma; así, las manifestaciones de Vela a la conclusión de la temporada expresando su ilusión por jugar una competición europea con la Real parecían espantar los temores a una prematura marcha, pero nada más lejos de la realidad: sus destacadas actuaciones con las elección azteca en los partidos de clasificación para el Mundial han vuelto a disparar los rumores que lo sitúan lejos de Anoeta la próxima campaña.
¿Conclusión? Que no hay nada nuevo bajo el sol, que esta historia ya me la conozco, y que, pase lo que pase, ya lo sabía