Un sueño de niño convertido en libro
Aingeru Espinosa publica una obra en la que repasa la Real más gloriosa a través de la vida de Zamora
Cuando Aingeru Espinosa (Donostia, 1975) disfrutaba en Atotxa viendo a sus ídolos allá por la década de los 80, ni se imaginaba que 30 años después iba a publicar un libro que recordara los entresijos de la época dorada txuri urdin. Autor de ‘Historia de un gudari’ y ‘La industria del terrorismo’, el donostiarra presenta esta tarde en Don Bosco (19 horas) ‘Jesús Mari Zamora y la Real Sociedad, cantera y sentimiento’, 546 páginas en las que, a través de las vivencias del exfutbolista de la Real, se narran 14 años inolvidables de la historia txuri urdin.
Sus dos primeras obras, envueltas en “temas oscuros y macabros” llevaron a Espinosa a “la necesidad de escribir sobre algo más positivo”. Fue entonces, un 26 de junio de 2015, cuando las vidas del escritor y el exfutbolista se unieron. “Era el cumpleaños de su nieto y su hijo me invitó a su casa”, recuerda el autor del libro. Fue en ese primer encuentro cuando Espinosa expuso a Zamora la posibilidad de elaborar un libro basado en sus recuerdos como futbolista txuri urdin. El exrealista, que ya conocía la obra del donostiarra, se mostró fascinado con la idea. Dos años después, el libro ve hoy la luz.
El proceso de trabajo ha sido intenso. “Comenzamos en octubre de 2015 y terminamos el mes pasado. Ha sido año y medio de esfuerzo y el resultado ha merecido la pena. Hemos conseguido lo que queríamos”, admite el escritor. Tras una primera fase de documentación que se desarrolló entre octubre y diciembre de 2015, durante la primera mitad de 2016 “nos reuníamos todas las tardes de los jueves Jesús y yo. Hacíamos unas sesiones grabadas en las que contaba sus experiencias interrelacionadas con los datos que teníamos recopilados. Lo terminamos en julio y en octubre de 2016 le entregué el libro para que hiciera los cambios que él considerara. Fue lo pactado desde el principio. Le dije que no quería que el libro es- tuviera en ninguna tienda hasta que él estuviera feliz. La parte histórica no la tocó, pero sí pasajes personales suyos”. Espinosa recuerda que los encuentros se sucedieron en “un despacho que tengo en el Antiguo, el que está pared con pared con el piso donde viven su hijo y su nieto. Podríamos decir que nos presentó su nieto”, comenta entre risas.
Invitados de lujo
La figura de Jesús Mari Zamora no es la única que tiene protagonismo en el libro. Tanto Roberto López Ufarte como Jesús Mari Satrústegui son los encargados de abrir el libro con unas líneas en el prólogo. Al primero le define como “una persona muy comunicativa, un tipo fantástico” mientras que al navarro lo cataloga como “un gran oso de peluche. Una persona muy afectiva, cariñosa”. Espinosa habla de la generación de oro de la Real como “grandes en el terreno de juego, pero fuera son aún más grandes”.
En la memoria del escritor permanecen los recuerdos de sus primeros años como aficionado. “Yo fui uno de esos niños de Atotxa que llenábamos las gradas y vimos cómo la Real se iba convirtiendo en un club grande capaz de ganar títulos. Vivimos una historia increíble, épica, que no se debe perder”, aunque “tanto Jesús como yo teníamos la sensación de que toda aquella historia se está reduciendo a tópicos: el gol de Zamora, el partido contra el Athletic en 1982, el penalti que para Arconada en 1987… como si se estuviera quedando sólo en 4 ó 5 detalles y la historia de la Real tiene muchísimo más”.
Al escritor le tocó vivir una época mágica de la centenaria historia realista que no puede ni quiere olvidar. “Nos pilló una etapa muy buena y eso hizo que tuviéramos más apego a la Real. Yo empecé a ver fútbol cuando tenía seis años con la primera Liga. La primera que seguí, la ganó la Real, la segunda la ganó la Real. La tercera la Real fue semifinalista de la Copa de Europa. Pensé: ‘Esto va a ser algo grande’”. Algo inmenso que ahora queda recogido en 546 páginas de obligada lectura para cualquier txuri urdin de bien
El escritor admite que cuando iba a Atotxa ni se imaginaba que escribiría de sus ídolos
Roberto López Ufarte y Jesús Mari Sastrústegui escriben el prólogo de la obra