Tacto en las salidas

Estamos inmersos en un verano atípico en la Real, en el que se acometerá una reestructuración de la plantilla que afectará a cerca de diez jugadores. Algunos de ellos importantes, con enorme peso específico en la plantilla. Dentro de dos días dejará de pertenecer a este club Mikel González, uno de los capitanes del equipo. Otro capitán, como Markel Bergara, también debe buscarse equipo, como Jon Gaztañaga, que lleva en la Real desde que tenía 11 años. Para todos ellos ha llegado el final de su etapa en el club de su vida y en breve descubrirán que el fútbol no se acaba en Zubieta y que pueden disfrutar de este deporte fuera de casa. La ley del fútbol es implacable. Suben cinco chavales del Sanse y otros deben hacerles hueco para que tengan la misma oportunidad de la que disfrutaron años antes. Pero por ahora, ninguno de los hombres a los que la entidad txuri urdin les ha dicho que no cuentan para la próxima campaña ha encontrado equipo y vivirán unas semanas incómodas a partir del próximo 7 de julio, teniendo que ejercitarse cada día a las órdenes de un entrenador que no les quiere. El caso de Markel yde Jon Gaztañaga es el más flagrante, ya que a uno le renovaron ya con Eusebio en el banquillo y al otro le impidieron salir cedido en busca de minutos hace menos de un año: ahora son los juguetes rotos del entrenador. Los dos han pasado el suficiente tiempo en la Real como para que el club respete sus tiempos durante este verano y como para que tenga tacto con ellos. Sería difícil de entender que se tomaran medidas de fuerza, como que se les dejara al margen del grupo en el ‘stage’ de Holanda o que, en caso de que no encontraran equipo, se les dejara sin dorsal. En momentos como este también se debe demostrar la talla de un club