La ley del silencio
La Real anunció el pasado jueves la renovación por dos temporadas del hombre más importante del club al margen del presidente. Apenas tres líneas para decir que Lorenzo Juarros ampliaba su contrato hasta junio de 2019. Ni siquiera una foto, ni siquiera unas declaraciones en los medios oficiales ofreciendo su punto de vista, como sucede cada vez que prolonga su contrato cualquier miembro del primer equipo. Quedaban los medios de comunicación emplazados a una rueda de prensa diseñada ‘ex profeso’ para tratar la renovación del mandamás deportivo. Finalmente no la habrá. Comparecerá junto a Diego Llorente el día que se presente el futbolista madrileño. Quedará el director deportivo en un segundo plano y su ampliación, obviamente, también. Objetivo cumplido. Renovación y mínima exposición mediática de un hombre que apenas se desgasta ante los medios de comunicación pese a que toma la mayoría de las decisiones deportivas importantes en este club. Se rige por la ley del silencio. Es un caso prácticamente único además, puesto que la mayoría de los directores deportivos de Primera División comparecen periódicamente ante los periodistas y ofrecen sus balances al final de temporada y al cierre de cada ventana de mercado. Aquí no resulta sencillo conocer las reflexiones de Loren. Ni siquiera después de una temporada amable para él, en la que por fin ha acertado con los delanteros y en la que ha conformado una plantilla competitiva que ha cumplido el objetivo perseguido. Quizá, por eso, su última renovación está más justificada que nunca, aunque quizá habría sido más prudente no ampliarle el contrato más allá del mandato del Consejo de Administración, que finaliza en 2018