Ahora le añoran

En el fútbol, como en la vida, cuesta mantener un hilo argumental coherente según pasa el tiempo. Clásicos de ‘Presuntos implicados’ o ‘Celtas Cortos’ lo dejan claro en sus ‘Cómo hemos cambiado’ o ‘Ya no queda casi nadie de los de antes...y los que hay, han cambiado’. Parecía imposible, en el caso de Vela, que se pudiera llegar a una situación como la actual pero lo que hace pocos años eran dardos envenenados, reproches insólitos, por duros, y hasta insultos, ahora se han tornado añoranzas después de que el mexicano no saltara al terreno de juego en la eliminación de su equipo de la Confederaciones. El que esté libre de pecado en lo referente a haber cambiado de opinión en cualquier materia, más o menos sesuda, que tire la primera piedra. Y no deja de tener su traslación a la Real el escenario que vive el crack azteca, ya que en este verano en el que, aparentemente, abandonará Donostia en busca de latitudes más soleadas, asalta la duda de si en Anoeta también, no le acabaremos añorando después de haberle reprochado que ya no es el que era. Vela ha sido uno de los mejores extranjeros de la historia del club, y eso ya no se lo quita nadie. De igual manera que no le pueden arrebatar algunos de los muchos mágicos pasajes futbolísticos que ha regalado a la hinchada blanquiazul en estos seis años desde su llegada. Que sus prestaciones están lejos de su ideal lo sabemos todos, pero de igual manera que le ocurrió a México el jueves, cuando no está se le echa en falta. La Real recurriría para tapar su hueco a dos apuestas jóvenes, como lo era el azteca en su momento, y eso genera más desasosiego porque todo cambio radical lo crea. Y asumir que Vela ya no estará, haya jugado como haya jugado, es un cambio muy importante, como para terminar añorándolo