Comienza la ‘era Murthy’
El diplomático de Singapur es desde hoy el nuevo presidente ché
El diplomático de Singapur Anil Murthy, que llegó al Valencia CF como consejero ejecutivo en noviembre de 2016, es desde hoy 1 de julio el nuevo presidente de la entidad ché, el tercero desde que el club es propiedad de Peter Lim, cargo al que accede para reflotarlo tras dos temporadas de malos resultados. Desde su llegada al Valencia hace menos de un año, Murthy se ha convertido en la cabeza visible del proyecto de Lim como su hombre de confianza, llamado a dirigir la entidad a largo plazo.
Cuando Lim asumió la propiedad del club en octubre de 2014, la presidencia correspondía a Amadeo Salvo, su principal valedor antes de su llegada a Valencia, pero en diciembre de aquel año, Layhoon Chan, compatriota de Lim y a cuyas órdenes trabajaba en material empresarial y financiera, asumió el cargo.
El nuevo presidente del Valencia tiene un diploma en ingeniería eléctrica y mecánica obtenido en París (Francia) y antes de llegar al club había trabajado para el Ministerio de Asuntos Exteriores de Singapur como especialista en asuntos europeos. Fue jefe adjunto de la Misión en París y al mismo tiempo delegado permanente de UNESCO durante cuatro años. Su relación con Lim surgió tras sus casi dieciséis años de experiencia en el gobierno de Singapur como consejero de algunos ministros en políticas públicas relativos al comercio, la cultura y la diplomacia.
Ofensiva por el meta Neto
Por otra parte, y tras haber dado impulso a la ‘operación salida’ con la venta de Enzo Pérez al River Plate, el Valencia intensifica ahora las negociaciones para pactar con la Juventus la llegada del portero brasileño Neto.
Su fichaje ‘animaría’ también a su homólogo y compatriota Diego Alves a buscar una salida, por lo que mataría dos pájaros de un tiro. El club italiano, que lo firmó libre de la Fiorentina, quiere ingresar diez millones y el Valencia no quiere pagar más de cuatro, por lo que podrían pactar una cesión con opción de compra según un determinado números de encuentros, como hicieron con Zaza