Mundo Deportivo (Gipuzkoa)

Un verano muy tranquilo

Oyarzabal y Odriozola se marchan de vacaciones tras ser subcampeon­es del Europeo sub-21 y con su futuro en la Real afianzado

- Oier Erkizia

Mikel Oyarzabal y Álvaro Odriozola disfrutan ya de las primeras horas de vacaciones tras su participac­ión en el Europeo sub21, que concluyó el viernes y en el que España cayó derrotada en la final frente a Alemania. Los dos jóvenes txuri urdin afrontan ahora un verano algo más corto del que hubieran deseado (la Real les ha dado permiso para ausentarse de los primeros compases de la pretempora­da) pero no es menos cierto que para ambos será un periodo estival muy tranquilo.

Después de una temporada en la que se ha quitado la etiqueta de ‘promesa’ para consolidar­se como uno de los principale­s valores de presente y futuro de la Real, Oyarzabal ya solo ve su porvenir en blanco y azul. Lejos quedan los cantos de sirena desde el otro lado de la A-8, que tanta inquietud sembraron hace casi doce meses en el entorno del club realista. El pasado verano, el atacante apartó el incómodo interés del Athletic y confirmó que él solo vive y respira por la Real. De ahí que rápidament­e estampara su firma para seguir en Anoeta por lo menos hasta 2022. Ahora, en la antesala de su tercera campaña con el primer equipo, y con tan solo 20 años, el eibarrés solo debe perseguir el único objetivo de continuar con su escalada progresiva.

Por su parte, Odriozola también ha alcanzado las vacaciones con su futuro sellado como blanquiazu­l, a pesar de que al concluir la Liga las negociacio­nes para que siguiera en Zubieta se enredaran más de lo que él hubiera deseado. El cambio de agencia de representa­ción retrasó ligerament­e un acuerdo que ya estaba cerrado, ya que el único deseo de Odriozola ha sido siempre el de seguir vistiendo la zamarra txuri urdin. Así, antes de marcharse al Europeo, el defensa rubricó un acuerdo que le vincula con la Real hasta 2022, al igual que Oyarzabal. Ahora, y también como hiciera su compañero y amigo, debe confirmar lo que ha mostrado hasta el momento, ya que desde que Eusebio le abrió la puerta en el lateral derecho, el donostiarr­a se ha destapado como un carrilero de muchas garantías. Y así quiere continuar. Una oportunida­d de oro a sus 21 años.

Un Europeo en la sombra

Si hay algo que se puede asegurar de los dos internacio­nales sub-21 es que regresarán al trabajo bajo la batuta de Eusebio sin demasia- da carga física sobre sus espaldas. La férrea competenci­a que han tenido en la selección que dirige Albert Celades les ha privado de tener cierto protagonis­mo en el torneo que acaba de concluir.

Oyarzabal ha sumado 101 minutos en tres partidos (jugó los últimos compases ante Macedonia, disputó de inicio a fin un choque sin trascenden­cia ante Serbiafren­te y salió en el suspiro final de la semifinal frente a Italia), mientras que Odriozola solo disputó el partido completo ante el conjunto serbio, donde además se erigió como protagonis­ta absoluto gracias a su buen hacer en el lateral derecho y a una fenomenal asistencia a Denis Suarez para fabricar el único gol del encuentro Ermelo, desplazami­ento previsto para el día 23.

Con todo, la lógica hace pensar que no se vestirán de corto hasta unos días más tarde, algo que podría ocurrir en el último amistoso en Holanda, el 2 de agosto contra el Groningen.

Si no, Eusebio podría retrasar su reaparició­n hasta los días previos al arranque de la liga, cuyo pistoletaz­o de salida será el fin de semana del 19 y 20 de agosto.

Hasta que llegue el momento de volver al trabajo, los dos jugadores realistas van a tener tiempo para descansar y desconecta­r... o no.

Y es que Oyarzbal afronta ahora una tarea distinta pero no menos importante: los exámenes. Al delantero le toca aparcar las botas de fútbol y coger los apuntes

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FOTO: UNCITI Donostia Oyarzabal y Odriozola con Soler y Gayá tras el partido de semifinale­s

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