Wimbledon y nº 1 pasan por el inicio
Rafa Nadal subraya que llega al Grand Slam de hierba “con confianza y jugando bien, y si paso las primeras rondas veremos qué pasa”
Rafa Nadal, 31 años, afrontará su duodécimo Wimbledon a partir de mañana contra el australiano John Millman. En segunda eliminatoria le esperaría el vencedor del duelo entre el estadounidense Donald Young y el uzbeko Denis Istomin, con una potencial tercera confrontación ante el ruso Karen Khachanov, si bien éste tiene un complicado derbi de entrada con su compatriota Andrey Kuznetsov. Un repaso rápido al cuadro masculino, al que el propio balear viene dando mucha importancia porque sabe que existe el peligro de una rápida eliminación, pero también que “si supero estas primeras rondas, ya veremos qué pasa porque estoy con confianza y estoy jugando bien toda esta temporada”.
“Wimbledon es un torneo del que te puedes marchar pronto”, analiza. La hierba es traidora por sí misma y porque rivales que en otras superficies son asequibles se convierten de repente en enemigos temibles amparándose en su saque. Los duelos se deciden en ocasiones por mínimos detalles, y son en los primeros partidos cuando los pesos pesados del tenis son más vulnerables. Más en el caso de Nadal porque disputó dos exhibiciones en Hurlingham esta semana, ante el checo Tomas Berdych (3-6, 3-6) y el alemán Tommy Haas (6-4, 1-6 y 10-7), pero no se asemejan a la competición, a ese ritmo que descartó alcanzar en el ATP de Queen’s para darse un respiro tras su exitosa parte inicial del curso, rubricada con el décimo Roland Garros en su palmarés.
Desde que era un niño Nadal insitió que su cita predilecta era Wimbledon, aunque su tenis se ajustara mejor a las exigencias de la arcilla de Roland Garros. “Desde el principio de mi carrera uno de los grandes objetivos era jugar bien aquí, y lo conseguí”, recordó ayer Rafa en la comparecencia oficial ante los medios. Llegó a encadenar cinco finales en la ‘Catedral’. Cedió en 2006 y 2007 ante Roger Federer, pero le destronó en la mítica final de 2008, revalidando corona en 2010, tras ser baja en 2009 por lesión, y entregándola en 2011 a Novak Djokovic.
“Desde 2012 todo se complicó por las rodillas, pero ya en 2014 lo hice bien. Perdí ante Kyrgios en octavos pero teniendo mis opciones”, señaló el balear.
Aspira, desde la prudencia, a un tercer Wimbledon, un decimosexto Grand Slam, y también al número uno de Andy Murray, asimismo defensor del título en el AELTC. Ganar o ser finalista le dan el reinado del ranking a Rafa, que abre las combinaciones posibles de regresar al nº 1 a partir de octavos, donde su hipotético adversario sería Gilles Muller, siguiendo con Cilic y Murray