El capitán del futuro
Eusebio Sacristán construyó la pasada temporada su gran obra. Logró una Real redonda, que durante algunos meses rayó la perfección y, sobre todo, sacó de nuevo a relucir el gen competitivo de una generación que, cuando pone al servicio del fútbol todo el hambre que lleva dentro y lo suma al innato talento que atesora, demuestra que tiene la capacidad para cumplir con los objetivos más ambiciosos. Es carne de Europa. Pero todo proyecto tiene siempre su arquitecto, su pieza clave. En esta Real es Asier Illarramendi .Noes casualidad que este grupo haya firmado sus dos mejores campañas en los dos mejores años de la carrera del de Mutriku. El ‘4’ es el jugador sobre el que pivotó todo lo bueno que le pasó a la Real durante la temporada pasada y es un futbolista sobre el que se puede edificar un futuro que lleve al equipo a jugar en Europa con la recurrencia a la que alude siempre el presidente Aperribay. Él es la pieza maestra de esta Real, un centrocampista de talla mundial que se está acercando a su madurez futbolística, que tendremos la suerte de disfrutar en Anoeta. Y más allá de su enorme talento y de su capacidad para entender el juego, el de Mutriku es un futbolista que encarna a la perfección los valores que pretende transmitir el club y un líder en el vestuario. Este verano, además, con la marcha de futbolistas de peso en el camerino txuri urdin, como Mikel González y posiblemente Markel Bergara y Carlos Vela, cogerá más galones aún de puertas para adentro. Tiene todas las cualidades para ser el capitán de una generación de futbolistas que está ante la oportunidad de marcar la época más brillante del club desde los años ochenta. Porque van tres clasificaciones europeas en cinco temporadas y subiendo…