“En la Behobia veo 30 de éstas”
El médico deportivo Iñaki Arratibel explica lo sucedido en el desafió del sábado y advierte sobre los peligros por la falta de preparación
LAS FRASES Iñaki Arratibel Como no hay ninguna reglamentación, debería haber sido el entorno de Txikon quien mandara parar” Yo iba de médico de Larrañaga y si llego a decir algo me achacan que lo hago para ganar la apuesta” A quien está preparado le puede pasar, los deportes de resistencia tienen estos riesgos” El problemas es que hay gente que se mete en pruebas de gran resistencia sin una buena preparación” Este caso ha tenido trascendencia porque se ha dado en televisión, pero hay pruebas ultra cada fin de semana y mucha gente las hace sin prepararse. Ahí está el gran riesgo”
El desafío que enfrentó el pasado sábado al aizkolari Mikel Larrañaga y el alpinista Alex Txikon ha vuelto a levantar la polémica entorno al sobreesfuerzo que, con mayor o menor preparación, hacen frente tanto deportistas profesionales como aficionados.
¿Dónde está el límite? Es la pregunta que salta de forma irremediable. Cuando uno acaba en el hospital debido a una hipoglucemia (disminución de la cantidad normal de glucosa en la sangre) y el otro finaliza la carrera mareado, con problemas para mantenerse en pie en las últimas vueltas al ruedo, la reflexión resulta obligada.
El médico deportivo Iñaki Arratibel vivió ‘in situ’ lo sucedido en la plaza de toros de Azpeitia. “Yo estaba como médico de Mikel Larrañaga, porque él me lo había pedido. Vi síntomas de que Txikon estaba mal y se lo dije a los asistentes de la ambulancia. Me pidieron que me quedara con ellos para ayudarles”.
Pocas vueltas después, Txikon caía el suelo mareado sin poder continuar con el desafío. ¿Alguien debería haberlo parado? “De entrada, como no hay ninguna norma ni nada reglamentado, en la organización o entre los jueces no hay nadie que tenga que pararlo. Yo creo que debería de haber sido el entorno de Txikon. Ya se vio antes que no estaba bien. Yo no podía decir nada porque era de la parte contraria. Si llego a decir algo me achacan que lo hago para ganar la apuesta”, explica Arratibel.
¿Debería haber un médico neutral en ejercicios como éste? “Ahora se está cuestionando”, responde el galeno, aunque en su opinión “es complicado que pongan una norma que obligue a que hay un médico, porque todo eso hay que pagarlo”.
Y es que, por desgracia, estas situaciones extremas se dan con demasiada frecuencia en el mundo del deporte. ¿Es necesaria una reglamentación al respecto? “Estamos en lo de siempre”, dice Arratibel, y lo explica con un ejemplo. “¿También hay que reglamentar poner a alguien en el circuito de la Behobia que vaya mandando a la gente a casa? Porque claro, de estas iguales en la Behobia he tenido hasta 30 en un año. En la maratón todos los años tenemos dos o tres. Si vamos a reglamentar habrá que hacerlo en todos los deportes. Es más fácil decir que hacer”.
Hay quien piensa que cada uno debería de ser consciente de sus capacidades y “ahí hay un problema”, incide Arratibel, ya que “la consciencia muchas veces llega tarde. No te das cuenta o hay otros intereses que te obligan a ir hasta el final”.
¿Qué se puede hacer al respecto?
Es evidente que cada caso es diferente. Por ello mismo, “es complicado hacer algo al respecto. El problema está en que a gente preparada para esta prueba o para el triatlón, en ciertos casos le puede pasar porque es un riesgo en los deportes de resistencia. Los cambios de temperatura o algo personal que te haya pasado pueden alterar la situación. Imagínate entonces a la gente que no está preparada”.
La conclusión a la que llega Arratibel es que “de entrada, se organizan competiciones o pruebas de este estilo sin el debido tiempo de preparación, es el mayor error que ha habido aquí, y sin planificar muchas cosas que pasaron dentro. Como, por ejemplo, “acelerar demasiado al salir a correr, sin dar tiempo a que el cuerpo cambie cuando es un ejercicio muy diferente. Los triatletas saben que los peores momentos son en el cambio de una especialidad a la otra”. A un nivel más general, expone que “se habla mucho de problemas de corazón o muerte súbita, pero el mayor problema y riesgo es que la gente se está metiendo en pruebas de gran resistencia sin una preparación importante. Nos pensamos que con entrenar dos o tres días a la semana dos horas podemos hacer cualquier cosa y eso no es así”.
Por último, critica que “este caso ha tenido trascendencia porque se ha dado en televisión, pero hay pruebas ultra cada fin de semana y mucha gente las hace sin prepararse. Ahí está el gran riesgo”