El mercado desespera a Conte
Tras esfumarse el fichaje de Lukaku, el técnico del Chelsea solo tiene un refuerzo: el meta Caballero, libre del City
Apenas dos meses después de proclamarse campeón de la Premier, su entrenador, Antonio Conte, está inquieto de cara a la próxima temporada ya que la directiva sigue sin traerle los refuerzos que le ha pedido para afrontar con garantías su regreso a la Champions League tras un año de ausencia.
Conte tenía una lucrativa oferta del Inter al finalizar la temporada, pero Roman Abramovich, dueño del Chelsea, aseguró su continuidad prometiéndole una inversión de 200 millones de euros en el mercado veraniego. Pero el tiempo pasa y de momento solo se ha concretado un fichaje, el del meta Willy Caballero, libre de Manchester City, tras irse Asmir Begovic, suplente de Thibaut Courtois, al Bournemouth.
Por contra, los rivales del Chelsea en la Premier siguen reforzándose incluso con jugadores que pretendía el propio Conte como es el caso de Romelu Lukaku, a punto de comprometerse con el Manchester United. En las últimas semanas se daba por hecho el regreso del goleador belga a Stamford Bridge tras su destacado paso por el Everton, pero, según The Mirror, comprobar cómo finalmente se esfuma su incorporación ha dejado “frustrado y desilusionado” al técnico de los ‘blues’.
El ‘no’ de Lukaku, duro golpe
Lukaku era el objetivo número uno de Conte, que estaba en continuo contacto con el jugador para comentarle las variantes tácticas que tenía pensado aplicar con su llegada.
El ‘no’ final de Lukaku se produce después del comentado sms en que Conte comunicó a Diego Costa que no contaba más con él, de ahí que la posición de ‘9’ esté más en el aire que nunca en el Chelsea.
Pero las gestiones de la directiva para reforzar otras líneas tampoco están dando frutos. Nombres como los defensas Bonucci y Alex Sandro (Juventus), Rüdiger (Roma), Van Dijk (Southampton) o el medio Bakayoko (Mónaco) figuran entre los objetivos del campeón de la Premier, pero de momento ninguno se ha concretado. Y Conte, claro, se desespera