“ME QUEDO CON QUE HE DADO SIEMPRE TODO”
Aitor Zubieta anunció el 14 de junio que ponía punto final a su carrera deportiva al no poder recuperarse de sus problemas en las rodillas. El pasado viernes, día de San Fermín, recibió un caluroso homenaje de la afición en el previo a la final del Cuatro y Medio de la feria de Pamplona que jugaron Aimar Olaizola y Jokin Altuna en el Labrit.
¿Cómo vivió esa despedida que le brindaron en un día tan señalado para los navarros como el 7 de julio?
Fue una pasada. El Labrit es un escenario único, es un día siempre especial, en el que todos queremos jugar ahí y fue muy bonito. Dejar la pelota por una lesión es complicado, pero la forma de irme ha sido muy emotiva, me llevaré para siempre esas sensaciones.
Imagino que este último año ha sido muy duro viendo que la recuperación no terminaba de llegar.
Los últimos dos años han sido difíciles, con pruebas, rehabilitación, pendiente de la evolución... son gajes del oficio, pero es complicado de llevar.
Cuesta mucho tomar la decisión de dejarlo del todo, pero ¿en qué momento es consciente de que no va a poder volver a la cancha?
Lo vas viendo poco a poco, ves que vas mejorando pero que no es suficiente. Tenía muchas ganas de volver a jugar, pero las lesiones me han obligado a dejarlo.
¿Qué balance hace de su carrera profesional?
He tenido la oportunidad de jugar a pelota, que es lo que más me gusta, y las lesiones me han cortado en muchos momentos, pero me quedo con que he dado siempre todo.
¿Con qué momento se queda de los que ha vivido?
Es complicado elegir uno, aunque está claro que cuando ganas los títulos es algo que siempre se queda grabado. Pero por encima de todo, diría los momentos en los que no he tenido lesiones, cuando he podido jugar con continuidad y he podido vivir la rutina del pelotari.
Se va con una txapela, ganando el Parejas en su primer año como titular.
Me voy muy contento con esa txapela, porque fue un gran campeonato el que hicimos Xala y yo y por cómo se vivió por aquí aquella final, el ambiente que había en el pueblo, con toda la gente volcada con el partido. Luego ha habido otras oportunidades y tengo esa pena de no haber conseguido más, pero también siento el cariño de la gente, que vale más que una txapela.
Llegó a otra final del Parejas, en 2015 junto a Pablo Berasaluze. Apenas han pasado dos años y los dos están retirados ya.
Me lesioné a los cuatro o cinco meses de aquella final. Fue un buen campeonato con Pablo y el año en general estaba siendo muy bueno hasta que llegó ese partido de Bermeo; las dos empresas se habían esforzado en montar un gran partido, Aimar Olaizola con Albisu contra Irujo y yo, y en un partido con ese cartel me rompí. Siempre es duro dejarlo, pero tener que hacerlo cuando estás bien es una pena.
¿Siente que si las lesiones le hubiesen respetado habríamos visto a Zubieta en más finales?
Nunca se puede saber, siempre me quedará esa espina, porque cuando he estado bien he jugado buenos campeonatos, pero la verdad es que por problemas de lesiones me he tenido que parar muchas veces a lo largo de mi carrera y sin esa continuidad es más complicado.
Nunca tuvo la oportunidad de jugar el Parejas con Irujo, con el que podría haber formado una dupla bonita.
Por unas cosas o por otras no se dio esa posibilidad y me habría encantado, decir otra cosa sería engañar. He jugado muy poco con Juan, casi siempre ha sido en contra. También me quedo con la espina de no haber podido jugar un Parejas completo con Ezkurdia, porque somos buenos amigos, Etxarri y Arbizu son dos pueblos cercanos que se llevan bien y me habría encantado jugar el campeonato con él.
¿Ha variado mucho la pelota desde que debutó?
Ha tenido un cambio brutal, en todos los sentidos. Desde la forma de entrenar, que ahora es más individualizada, al material, la forma de jugar... una cosa trae la otra. Titín empezó a hacer otras cosas, fue un revolucionario, pero el que cambió la pelota del todo fue Irujo.
El cambio ha sido tan grande que para los zagueros se han puesto imposibles los torneos individuales.
Con el cambio de juego el zaguero cada vez tiene menos peso y se ve en los últimos campeonatos, aunque Rezusta este año ha llegado lejos en el Manomanista. A ver si puede seguir y algún otro llega a ese nivel.
¿Seguirá ligado a la pelota?
La pelota es mi vida y tengo claro que no la voy a dejar. En lo que pueda aportar, ahí estaré