Rahm y la ‘ayuda’ de Seve
“Ojalá nos eche una mano esta semana desde el cielo”, dijo ayer el vasco en referencia a su ídolo, con el que empezó todo hace 41 años
LAS FRASES Jon Rahm Habré visto mil veces todos los videos de Seve en Youtube. El del 76, el de su primera victoria en Lytham en el 79, algo extraordinario” Seve fue único, especial, y yo nunca voy a ser como él. Que me comparen con Seve es maravilloso. Si consigo la cuarta parte de lo que él logró en su carrera ya me daré or satisfecho”
Tiene 22 años y todo un mundo por delante. Tiene cabeza, poderío físico, drive, juego largo, corto, putt y mentalidad ganadora. Este es su quinto Grand Slam, Jon Rahm compareció ayer por primera vez en la sala de prensa del Open Británi co, en el Royal Birkdale (Southport, Inglaterra), y lo hizo rodeado por tres agentes o mánagers, como lo prefieran, que llegado el momento lo cogieron del brazo después de un buen rato ante los periodistas y se lo llevaron a la casa-club. Es ya toda una estrella, con la cabeza sobre los hombros y los pies en el suelo.
Como es habitual en él a pesar de su juventud, Rahm contestó a todo con un inglés impecable y, como no podía ser de otra manera, recordó la figura de una de sus referencias en el mundo del golf, Seve Ballesteros. En un corrillo con la prensa española le pudo el recuerdo emocionado y dijo que “ojalá Seve nos eche una mano desde el cielo esta semana”.
Y es que todo empezó con el malogrado as de Pedreña un mes de julio de 1976, hace la friolera ya de 41 años. Con un liderato que mantuvo tres días, con un golpe mágico en el hoyo 18 que era imposible de ejecutar y sólo él era capaz de dibujar, y con un segundo puesto final compartido con Jack Nicklaus. Seve tenía entonces 19 años y era su segunda participación en el British; el año anterior ya había jugado en Carnoustie, donde no pasó el corte. Seve había conseguido buenos resultados en el circuito europeo, pero todavía no había ganado ni era un ídolo de masas en las islas británicas, hasta que llegó la semana del British del 76. Los que seguían a Seve ya sabían que explotaría más temprano que tarde. Y en Southport aquella semana Seve arrancó como líder y sólo cedió ante los nervios lógicos del momento frente a un Johnnie Miller que sentenció en la cuarta y definitiva vuelta. Pero Seve no quiso despedirse sin un golpe de genio y jugó aquel chip mágico con el hierro 9 entre dos bunkers del hoyo 18. Apenas un mes después del British, torneo que le encumbró a la fama mundial, Seve ganó su primer torneo, el Open de Holanda.
“Habré visto mil veces todos los videos de Seve en You Tube. Por supuesto el del 76, el de su primera victoria en Lytham en el 79, y como juega los nueve segundos hoyos el último día sin pisar una calle, y acaba con cuatro bajo par, algo realmente extraordinario”, afirmó Rahm sobre la inevitable comparación con el padre del golf moderno español y europeo en los 70, 80 e incluso 90.
“Seve fue único, especial, y yo nunca voy a ser como él. Que me comparen con Seve es maravilloso. Yo voy a intentar emular su espíritu de lucha, su instinto de superación y el poder de inspiración que tenía y que atraía a tanta y tanta gente. Si consigo la cuarta parte de lo que él logró en su carrera ya me puedo dar por satisfecho”, añadió el vasco.
Luego Rahm quiso destacar que él ha crecido golfísticamente hablando en la era de Tiger Woods y Phil Mickelson. “Nadie llegará a los niveles de dominio del golf de Tiger, nadie, pero al menos lo vamos a intentar. Por suerte no me toca ahora coincidir con el Tiger en plenitud de su carrera pero ahora hay otro grupo de grandes jugadores que tiene mucha calidad”