Lluvia de récords del mundo y Vall, séptima
Peaty, por dos veces, Lilly King y la canadiense Masse
Jessica Vall terminó séptima en un más que exigente 100 braza que se le queda algo corto para sus capacidades. El gran objetivo de la española era rebajar su propia plusmarca nacional, pero su 1’06”95 se quedó a medio segundo de su meta. El oro, y nuevo récord mundial, fue para la estadounidense Lilly King, que salió airosa de su enfrentamiento deportivo y personal con la rusa Yulia Efimova, bronce.
La barcelonesa había cumplido con creces situándose en una final con la que no contaba. Por delante, la pecosa King, campeona olímpica de la distancia, salió como una exhalación para no dejar atisbo de remontada a Efimova, con la que no se habla después de atacarla con dureza tras sus dos positivos. Su crono de 1’04”13 mejora en 22 centésimas el récord mundial de la lituana Ruta Meilutyte.
Ayer hubo otras tres plusmarcas mundiales y dos fueron a cargo del británico Adam Peaty, que batió su propio récord mundial de 50 braza en las series y en las ‘semis’, dejándolo en 25”95. Es el primer hombre de la historia en bajar de los 26 segundos, una barrera que se consideraba imposible. En la final de 100 espalda femenino la canadiense Jacqueline Masse borró de las tablas uno de los récords del poliuretano, el que tenía la inglesa Spofforth desde el año 2009 (58”12), dejándolo en 58”10. Masse, de 21 años, es otra de las muchas jóvenes que están reposicionando la natación de Canadá