UNA REAL MUY POCO REAL
Los txuri urdin, muy mermados por las bajas, dan la cara pero pierden ante el campeón de Holanda Someten sin profundidad al Feyenoord durante media hora en un choque en el que vuelve De la Bella
Lástima que fuera una Real tan poco real porque el escenario era top y el rival, un toro bravo que comienza a competir dentro de una semana, el orgulloso campeón de Holanda, el Feyenoord. Los txuri urdin perdieron de nuevo, pero dieron la cara, sometieron durante un largo tramo a los holandeses pero les faltó profundidad, amagaron pero no dieron. Sin Odriozola, Navas, Iñigo, Llorente, Illarra, Oyarzabal y Willian José, entre otros, es otro equipo. Otra Real. Fue un buen test. Pero poco fiable. Esta Real es irreal de momento. Los de Eusebio siguen sin ganar en su tour por los Países Bajos, donde acumulan dos derrotas y un empate en tres partidos en los que solo han anotado un gol.
Eusebio quiso alinear a sus mejores elementos, pero se vio impedido a hacerlo porque no pudo contar con siete de los jugadores que el año pasado conformaban el ‘once tipo’. Especialmente traumático fue el diseño del eje de la defensa -con Navas, Iñigo y Llorente en el dique seco-, adonde tuvo que reciclar al centrocampista del Sanse Guevara, y además en la izquierda, para que acompañase a Aritz Elustondo. Gorosabel y Kevin completaban una muy bisoña retaguardia. Pardo, Zurutuza y Prieto construían una medular con más horas de vuelo y galones y arriba buscaron amargar la presentación en su feudo, el mítico De Kuip, al Feyenoord Canales, Juanmi y Januzaj.
El amistoso empezó como todos, con gol en contra. En la hoja de ruta de esta Real veraniega debe estar incluido el tanto tempranero porque cae en todos los partidos. El guión fue similar al de encuentros anteriores: una Real acosada por un oponente más rodado que, tras encajar el golpe, resiste para evitar el segundo y se va creciendo hasta terminar imponiendo su estilo y su juego.
Jorgensen marcó en el 12’, colándose de matute entre los centrales para rematar un centro cinco tenedores de Boetius en una rápida transición por la derecha. El Feyenoord estaba destrozando a la Real con velocidad por los dos flancos, donde a Gorosabel y Kevin no les alcanzaba para achicar tanta agua. Rulli, que sacó una mano prodigiosa, evitó la segunda muesca de Jorgensen y a partir de ahí, los txuri urdin comenzaron a sacudirse el miedo escénico.
La tuvo Juanmi
Los de Eusebio empezaron a crecer desde que Guevara encontró por dentro a Canales con largos y precisos envíos y comenzó a aparecer Zurutuza para desahogar.
La ocasión más clara fue de Juanmi, tras un maravilloso pase de Januzaj Rulli, el mejor de la Real, evitó el segundo sobre todo con una gran mano que sacó
Januzaj buscaba el cuero hasta debajo del césped y forzó faltas en zonas peligrosas. Canales ejecutó los dos primeros disparos y en el rechace del segundo Juanmi cabeceó alto en posición forzada. El malagueño, que sigue negado pero obcecado en estrenarse, estuvo incluso más cerca luego, cuando el portero taponó su disparo cruzado tras un fantástico envío filtrado por Januzaj.
La Real por fin se encontraba cómoda, dificultaba sobremanera la salida de balón de los holandeses y de esas recuperaciones nacieron más ocasiones como un tiro de Kevin con la derecha o un remate alto de Pardo tras un rechace. El Feyenoord sólo volvió a asustar un minuto antes del descanso.
Tras el intermedio, los bríos de unos y otros descendieron notablemente. El redebut de la Bella, que al descanso relevó a Kevin, fue lo más significado. El catalán dejó una buena impresión, sobre todo en tareas defensivas. Rulli volvió a salvar a los suyos con dos buenas intervenciones y el que le puso más intención para marcar fue Pardo, con un chut desde fuera del área que despejó Vermeer. El carrusel de cambios en la Real provocó que el cuadro local recuperara la iniciativa, pero ya sin la frescura para hacer ocasiones.
Con un intento desesperado de Gaztañaga desde muy lejos concluyó el tercer encuentro de la gira en Holanda, donde la Real no conoce la victoria