Las ansias de volar del ‘9’
La Real tenía un goleador fantástico que estaba marcando casi cada semana hasta que un portero le segó la carrera. De eso han pasado 579 días. De continuo trabajo, noticias médicas desgarradoras, gimnasio, carreras, ilusión por parte del delantero y de indiferencia absoluta por parte del que lesionó. Imanol Agirretxe vuelve a tener un brillo especial en los ojos y un cosquilleo en los isquiotibiales porque está muy cerca de abrazar ese momento de desdoblar la camiseta txuri urdin con el ‘9’, atravesar su interior con el tren superior hasta la estrechez del cuello y sacar la cabeza. Esto último en sentido literal y figurado. Serán sólo unos minutos, quizá. Es un amistoso, claro. En un campo similar a Harane, el de su pueblo, es verdad. Pero es el momento por el que Agirretxe lleva esforzándose en las catacumbas de un gimnasio y en ocasiones sobre la hierba desde hace 19 meses. Hoy también se cumplen 520 días desde aquel partido ante el Málaga en el que Agirretxe, atormentado por las molestias, salió y marcó para no volver. Hasta ahora. Su retorno sería uno de los acontecimientos más celebrados por la parroquia. Quien más quien menos ha tenido empatía por el infortunio de un futbolista que ha pasado por un calvario de diagnósticos, operaciones, retornos frustrados, lesiones colaterales... Es encomiable la fuerza mental que ha demostrado para, a sus 30 años, no derrumbarse y pensar que todo estaba perdido. Este partido también quiere ganarlo. Lo empezará a hacer pasado mañana en una canchita de Groningen. Pero este encuentro lo va a ganar con un gol suyo, cuando vuelva a desplegar sus alas en un partido oficial