Yannick y Laudrup en el agur
Holanda. Día 11, el del último amistoso y el de la despedida de los jugadores. Y hubo sorpresas. Y no sólo relacionadas con Agirretxe. Antes de tomar el autobús y después del entrenamiento matinal, los técnicos se toparon en el hotel de concentración del equipo nada menos que con Michael Laudrup, el mago del balón danés que jugó, entre otros, en la Juve, el Barça y el Madrid. De blaugrana, coincidió con Eusebio, con quien estuvo charlando amistosamente ayer en Ermelo. Ahora dirige al Al-Duhail SC de la liga de Catar y se ha llevado a su equipo a la tranquilidad y el clima templado de Holanda. Eso sí, para empezar, tres días libres a la plantilla.
Era el día del agur y los expedicionarios se despidieron de los responsables del hotel, camareros, recepcionistas y todo el personal que les ha atendido durante estos 10 días, con foto de familia incluida. La segunda sorpresa llegó ya en el Sportpark De Koepel, en Haren, una localidad de 18.000 habitantes perteneciente al área metropolitana de Groningen. Allí los jugadores se toparon con Thomas Ernst, el seguidor alemán que ya se asomó por este txoko hace seis días, y también con Stevens Yannick. Se trata de un seguidor de la Real de 24 años que reside en Assen, la ‘catedral’ del motociclismo. A pesar de sus problemas de movilidad, Yannick habitúa a desplazarse al extranjero para ver partidos de fútbol y su pasión le llevó a tierras vascas el año pasado. En una semana vio cinco partidos: presenció al Eibar, al Athletic, al Alavés, a Osasuna y a la Real Sociedad contra el Sevilla en Anoeta. Y se enamoró de la escuadra txuri urdin y de su gente. Estuvo con los componentes de las peñas 1909 y Maite Taldea y se lo pasó en grande. Le metieron el veneno.
Le gustan el equipo de su ciudad, además del Maastricht y el Groningen. Pero también siente el txuri urdin y es un entregado incondicional del juego de Zurutuza, su jugador favorito. Antes del partido, tuvo la ocasión de charlar con Agirretxe, Concha, Canales y De la Bella y se le vio muy feliz, con su camiseta txuri urdin y su bufanda con los mismos colores. Tiene alrededor de 300 en casa de muchos equipos. Por allí también andaban con la casaca azul y blanca Txemari, Enara y Aratz, de Lazkao. Y de la Real, claro.
En estos 11 días ha soplado el suficiente viento en tierras holandesas para mover estos molinos. Europa seguirá haciendo girar las aspas. Succes dit seizoen, Real