El Clasico ya se juega
SI EL FÚTBOL ES UNA CUESTIÓN DE confianza el Real Madrid llega pletórico al Clásico. En el campo sigue solventando finales y este verano ha vendido y se ha reforzado bien. De nuevo es el Barça con Messi a la cabeza el único rival capaz de pararle los pies. Un vistazo al ‘mercato’ permite comprobar que Madrid y Barça han protagonizado duras escaramuzas por los mismos jugadores. Ambos estaban interesados en Theo Hernández y Ceballos. El Barça arrancó el ‘sí’ de los dos futbolistas y llegó a creer que enfilarían el camino del Camp Nou. De hecho, Bartomeu conversó personalmente con el exbético que le confesó su barcelonismo de cuna. Pero los dos mostraron el mismo amor eterno por los blancos y acabaron reforzando la plantilla de Zidane.
EL MADRIDISMO CELEBRÓ CON enorme alegría la fuga de Neymar. No por el lío mediático que le organizaba al Barça sino porque su marcha descapitalizaba el poderío del rival. Sergio Ramos no tuvo reparos en admitir su alivio: “ojalá se marche, tendremos un problema menos”. A una semana de la escapada de Ney , el Barça centra sus esfuerzos para fichar a Dembélé y Coutinho sin perder la cabeza por los 222 millones. El club sobrelleva la presión de no poder culminar los fichajes pero el Madrid juega a fondo al desgaste. La Casa Blanca se ha entrometido por el extremo zurdo ante la perspectiva de que Mbappé acabe en el PSG. Así, ha hecho llegar al Dortmund su repentino interés que ha tasado al jugador con un precio de partida disuasorio de 150 millones.
EL VESTUARIO BLAUGRANA ES
ajeno a esa guerra soterrada. El último 2-3 del Bernabéu sin Neymar y con un Messi descomunal avala al Barça ante un enemigo que muestra su mejor versión sin la BBC y que no contará con Modric por sanción. Este Clásico de Supercopa tiene mucho más valor que un título jugado en Macedonia. La crecida madridista se nota en la ridícula e histérica monserga por exigir el pasillo