El gol más celebrado en mucho tiempo
La Real regresa a Balaídos para comenzar su campaña más ilusionante tres meses después del delirio txuri urdin por el tanto de Juanmi en el 93’
Si uno se acerca todavía hoy a esa esquina del estadio de Balaídos, donde ubican a los aficionados visitantes, quizá se sigan escuchando los ecos de aquellos gritos de alegría desbordada de la afición de la Real. Sólo tres meses después del gol de Juanmi en el último minuto del último partido de la temporada pasada, la Real regresa al estadio donde pudo coronar in extremis con un sexto puesto su gran campaña.
“Donde fuiste feliz alguna vez no debieras volver jamás, el tiempo habrá hecho sus destrozos, levantando su muro fronterizo contra el que la ilusión chocará estupefacta”. Muchos aficionados realistas no harán caso al arranque del poema de Félix Grande y acudirá este sábado a revivir las emociones del pasado 21 de mayo y animar a la Real en el inicio de su temporada más ilusionante.
Poco o nada habrá cambiado en el vetusto campo del Celta, que experimentó un lavado de cara con la eliminación de las pistas de atletismo, pero que mantiene el sabor de lo añejo con el hormigón de sus gradas y accesos y sus puertas de hierro.
Aquel partido que cerró el pasado curso fue una Montaña Suiza de sensaciones para todos los seguidores realistas que lo veían por la tele y para los cerca de 300 que se dieron cita en Balaídos.
El gol de Oyarzabal que igualaba el de Aspas mediada la segunda parte parecía definitivo para lograr el punto necesario para sobrepasar a un Athletic que olía a derrotado en el Calderón. Pero ese golazo del tal Andrew Hjulsager en el 89’, el 2-1, hacía casi imposible la empresa. No fue un jarro de agua fría para los realistas, sino un auténtico iceberg porque apenas había tiempo.
Pero quedaba Juanmi. Yuri Berchiche forzó el saque de esquina que ejecutó Canales y en mitad de una jungla de cabezas sudorosas, caídas y botas elevadas de la tierra, apareció la leve figura del de Coín para conectar un cabezazo con sabor a gloria europea