El Athletic encarrila la clasificación en Atenas
Remontó en seis minutos un 2-0 del Panathinaikos
De la nada al todo en un abrir y cerrar de ojos. Apenas seis minutos de inspiración y acierto para evitar el desastre en el país de las ruinas. El Athletic ganó 2-3 y abrazó la fase de grupos de la Europa League pese a cuajar un mal partido en la calurosa Atenas. Increíble, pero cierto. A los helenos, siempre impulsivos y correosos, les bastó con aprovechar dos incomprensibles desajustes de la zaga visitante para ponerse con 2-0 en el marcador. Ziganda, con todo perdido, tiró de Williams y Muniain, centrado, entró en acción. Se empeñó en animar el cotarro y sus compañeros, con Aduriz en plan killer, despertaron a tiempo.
El infierno griego fue tal, pero más a nivel futbolístico que ambiental. Los locales, impulsados por una afición que llegó a llenar el campo, tuvieron más posesión que los leones, pero crearon prácticamente el mismo peligro: nulo.
La excepción que confirma la regla, lamentablemente para los bilbaínos, llegó en forma de gol. Cabezas centró casi a placer, Etxeita no pudo en el salto con Molins y Lod, superando con una facilidad increíble la entrada de De Marcos, fusiló a Herrerín. La única señal de peligro que dio el conjunto rojiblanco antes del descanso llegó en forma de pases bombeados de Aduriz y Beñat que no encontraron rematador. El árbitro, justo es destacarlo, se tragó acto seguido un claro penalti por derribo de Moledo a Vesga.
El segundo tiempo solo hizo empeorar el panorama rojiblanco. Bryan Cabezas aprovechó pronto un error de Balenziaga para hacer el 2-0. Ziganda, con todo perdido, tiró de Williams y la reacción rojiblanca no se hizo esperar. Muniain se echó el equipo a sus espaldas y sus compañeros se sumaron a la fiesta. Aduriz, de cabeza a gran pase del navarro, y De Marcos, a espléndido centro de Balenziaga, empató la contienda en un abrir y cerrar de ojos . Un claro penalti sobre Williams transformado por Aduriz, sirvió para que los leones dieran la vuelta al marcador en apenas seis minutos.
El derrumbe heleno resultó sorprendente. A los bilbaínos les bastó con meter una velocidad más para dejar casi certificada su clasificación para la fase de grupos