Iker Muniain certifica el pase del Athletic
Un solitario gol del navarro sirve para dar la puntilla a los griegos
El Athletic estará hoy en el bombo de Mónaco. El conjunto rojiblanco, que partía con ventaja tras el choque de ida disputado en Atenas, culminó su clasificación con un triunfo rácano pero merecido ante un Panathinaikos que no dio sensación de creer en la remontada en ningún momento. Muniain, que ha comenzado la temporada a un gran nivel, marcó esta vez la diferencia.
Los leones, justo es reconocerlo, pasan con más pena que gloria a la fase de grupos. Su clasificación, pese a todo, tiene mérito, puesto que a Ziganda le ha tocado tirar de un grupo sin excesiva experiencia continental. Iñigo Córdoba, por ejemplo, entró esta vez de titular para cubrir la baja de última hora de un Raúl García. El cachorro agradó a la afición de San Mamés.
Ziganda introdujo cinco cambios respecto al once titular que presentó ante el Getafe. Iago Herrerín regresó a la portería, Lekue y Etxeita entraron en defensa, el joven Córdoba hizo de interior zurdo y Aduriz ejerció de delantero centro. La principal sorpresa bilbaína, pese a todo, vino dada por la ausencia en la convocatoria
de Raúl García.
El Panathinaikos, obligado a remontar el 2-3 de la ida para seguir vivo en Europa, se plantó en San Mamés de forma poco decidida y valiente. La iniciativa, en tal tesitura, correspondió a los leones.
Muniain, ejerciendo de medio punta por detrás de Aduriz, acaparó el protagonismo rojiblanco a nivel de ocasiones en este arranque de encuentro claramente dominado por los leones. El navarro estuvo en boca de gol en dos centros llegados desde la banda y al tercero, tras una gran dejada del propio Aduriz y un mejor pase de la muerte de Susaeta, abrió el marcador. 1-0 al minuto 21 y sin noticias en ataque del rival.
El Athletic se dejó llevar por esta inercia dominante hasta poco antes del descanso, cuando los griegos se decidieron tímidamente a salir de la cueva. Para suerte de los de Ziganda, la mejor ocasión de los griegos, un tiro raso y cruzado de Chávez, se estrelló contra el poste.
La tónica del encuentro tras el descanso se mantuvo similar al primer tiempo. El Panathinaikos, pese a la necesidad de hacer tres tantos para seguir vivo en Europa, siguió optando por el repliegue intensivo frente a un conjunto bilbaíno que agradeció sobremanera esta escasa ambición ofensiva del rival para controlar el juego y asegurarse el pase