Mucho más que un derbi
Sporting de Gijón y Real Oviedo se vuelven a enfrentar catorce años después
La Comunidad asturiana celebra hoy la festividad de la Virgen de Covadonga y el día de Asturias. La celebración coincide con la llegada de la Vuelta, con la subida al Angliru y con el derbi Sporting de Gijón-Real Oviedo, que no se disputa desde hace catorce años.
Ambos equipos no se enfrentan desde mayo de 2003, cuando el Real Oviedo se impuso en el Carlos Tartiere por 2-1, también en Segunda A. Aquella victoria no les sirvió para evitar el descenso y el equipo ovetense pasó de estar jugando un año antes en el Camp Nou y el Santiago Bernabéu a bajar directamente a Tercera División, víctima de una mala planificación deportiva, de una nefasta gestión económica y de la denuncia de jugadores como Oli, que demostraron tener más estima por el dinero que por los colores del equipo que le vio crecer.
La trayectoria de Sporting y Oviedo en estos catorce años ha sido muy distinta. En Gijón han disfrutado de dos etapas en este periodo en Primera División y a las órdenes del malogrado Manolo Preciado el conjunto rojiblanco se asentó entre los grandes de la Liga. En la temporada 2010-11 acabaron en una meritoria décima posición y lograron una histórica victoria en el Bernabéu.
El Oviedo, mientras tanto, ha vivido la etapa más complicada de sus más de 90 años de historia. De Primera a Tercera en tres años y a jugar en campos de barro y tierra por los pueblos asturianos e incluso ser goleado por el filial del Sporting. En el verano de 2003 el Oviedo estuvo a punto de desaparecer y los políticos incluso refundaron el Astur FC como Oviedo ACF para que pasara a ser el primer equipo de la ciudad. Pero la afición, mostrando una fidelidad inquebrantable y liderada por los Symmachiarii, se negó a aceptar aquel engendro y luchó para salvarle la vida a un club que parecía herido de muerte. Sin jugadores, sin agua ni luz en los campos de entrenamiento, y sólo con el apoyo de la afición, el Real Oviedo volvió a nacer e inició un largo y tortuoso camino de regreso a la elite.
Por ello, para los oviedistas poder disputar el derbi de nuevo ya es una victoria. Las 1200 entradas de las que disponían se agotaron en pocos minutos y mañana viajarán a Gijón en 25 autocares, escoltados por la Policía Nacional bajo estrictas me- didas de seguridad. No podrán acce- der al Molinón con megáfonos, bombos ni pancartas. Sí lo harán con las camisetas que han repartido con las entradas, con el lema “Ovie- do Capital. Invasión Aldea”, algo que no ha gustado en Gijón.
La tensión en Asturias es altísi- ma e incluso ayer el Ayuntamiento de Oviedo colgó una pancarta en el balcón del Consistorio de apoyo al equipo. No hay una rivalidad como esta ahora mismo en el fútbol espa- ñol, pese a que hace 14 años que no se ven las caras. Es mucho más que un derbi
Tras el último derbi, el Oviedo bajó a Tercera y estuvo a punto de desaparecer
La tensión es muy alta y no existe ahora mismo una rivalidad mayor en España