Froome y Contador se gustan
Nuevos destellos de Contador, el líder saca 21” más a Vincenzo Nibali y Armée logra una gran victoria en la 18ª etapa de La Vuelta
Chris Froome es mucho Chris Froome. Sabe que mañana va a tener que dejarse la piel para defender el liderato en el descomunal y mítico Angliru y ayer aprovechó la ocasión que tuvo de arañar unos segundos a Vincenzo Nibali en los metros finales, de forma que el italiano cedió 21” respecto al británico a falta de tres etapas. Ahora, el cuatro veces ganador del Tour aventaja ya en 1’37” a Nibali, 2’17” a Kelderman (3º), y 3’34” a Alberto Contador, que sigue quinto y que de nuevo mostró su mejor versión. El madrileño se movió a falta de 28 km. Su ataque sólo sirvió para tensar la cuerda, pero al final los excesos, los arreones se pagan y puede que ésta fuera la debilidad de Nibali en un final que no se ajustaba a sus características.
Contador persiste y no se cansa
Atento a todo lo que sucedía en carrera, Contador estuvo bien colocado toda la jornada, y en cuanto vio en los últimos compases de carrera que Chris Froome atacaba saltó a su rueda. Como decía en la previa, las piernas le responden y él no va a dejar de intentarlo por más complicado que tenga llegar al podio, que ahora tiene a 1’17”. Cuatro son los segundos que recortó a Zakarin (4º) y Kelderman (3º).
10’08” segundos antes cruzaba en primera posición el belga Sander Armée (Lotto-Soudal), el mejor de una fuga de 20 que contó con el beneplácito del pelotón, ya que entre los fugados no había hombres a priori peligrosos para los ciclistas que ocupan las posiciones de privilegio. Les dejaron hacer, entre ellos se entendieron, pero también se fueron castigando, hasta que en los últimos compases sólo quedaron tres en cabeza: Sander Armée (Lotto-Soudal) Alexey Lutsenko (Astana) y Julian Alaphilippe (Quick-Step). Este último se hundió a falta de 4 km, dejando que la victoria se decidiera entre Lutsenko y Armée. Lutsenko, ganador ya de una etapa, se vio sorprendido al final por la mayor fortaleza de Armée, que logró su primer gran victoria, deteniendo el crono en 4h09’39”, y la tercera para su equipo, Lotto-Soudal. Curioso su pasado, ya que antes de dar el salto al ciclismo profesional en el 2006 probó fortuna en la equitación y en el patinaje sobre ruedas de velocidad.
Aru y su via crucis
Fue ésta una etapa un tanto extraña, por cuanto los fugados gozaron de la mayor diferencia hasta ahora en esta edición de la ronda española, 13’, por cuanto Katusha en bloque hizo un movimiento curioso a falta de 44 km, quizá buscando lanzar a su mejor hombre, Zakarin, que quedó en nada, y por cuanto Fabio Aru se marcó una gran escapada en solitario a 35 km de meta, sin que ninguno de sus compañeros le ayudara. Ver a todo un campeón de Italia, ganador de La Vuelta en 2015, correr como un pollo sin cabeza dolía a los ojos, por más que sus diferencias con su actual equipo, Astana, que está torpedeando todo lo que pueda su fichaje por el UAE sea un secreto a voces.
Al final, en el día en el que se conmemoró la primera victoria en una grande de Chris Froome, precisamente en La Vuelta, en Peña Cabarga, hace un año, y la machada de Contador en Fuente Dé en 2012, que le valió para ganar la ronda española, se vivió otra jornada grande de ciclismo, en la que quedó claro que las décimas, los segundos, se pagan muy caros. Hoy otra jornada de media montaña, de 149,7 kilómetros, entre el Parque Natural de Redes y Gijón, en la que podría cortarse el grupo como sucedió ayer, en la que se gestará una nueva escapada y en la que los favoritos tendrán que estar de nuevo bien atentos, a las puertas del examen final del Angliru mañana. Sin descanso y sin perdón