Ídolos a conveniencia
El reinado de Nadal y Muguruza en el tenis tuvo enfoques informativos distintos
Ayer, todos los programas deportivos, absolutamente todos, destacaban de manera prioritaria el hito histórico del tenis: por primera vez el reinado de este deporte era español, con Garbiñe Muguruza y Rafa Nadal encabezando sus respectivos ránkings. En todos los informativos hicieron reportajes para repasar sus trayectorias y valorar el momento deportivo de ambos.
En TV3, en el Telenotícies del mediodía, también abrieron los deportes con esta noticia, pero con un planteamiento distinto: “Barcelona, capital del tenis mundial” era el titular. Destacaban que “dos tenistas formados en la capital catalana, Barcelona, como Rafa Nadal y Garbiñe Muguruza, ocupaban el número uno del mundo”. Marta Bosch, la presentadora, especificaba que desde el año 2003, cuando coincidieron André Agassi y Serena Williams, no sucedía que dos tenistas del mismo país lideraran el ranking mundial. Y añadía: “Un mismo nombre une al manacorí y a la hispano-venezolana: Barcelona”. Tiene mérito que, a pesar de que era obvio, teniendo en cuenta la índole de la información en toda la entradilla de la noticia no se pronunciara en ningún momento ni ‘España ’ni ‘españoles’. Aunque, desde luego, toda la información que dieron era absolutamente veraz. Los inicios de Rafa se desarrollaron en el Real Club de Tennis Barcelona y los de Muguruza en el Club Barcino y ofrecieron un reportaje donde se recuperaban imágenes de los inicios de Rafa Nadal y, sobre todo, de Garbiñe Muguruza. Responsables del Club Barcino recordaban cómo jugaba en su infancia, cómo vieron sus progresos y mostraban un enorme orgullo sobre su trayectoria y estaban convencidos de mayores éxitos en un futuro próximo.
A nivel televisivo llamaba la atención la diferencia de planteamiento, en función del ámbito geográfico, a la hora de vender los éxitos de los tenistas. Es razonable, con matices, que la tele pública catalana ofrezca un relato propio de proximidad hacia las dos estrellas del tenis, como también es obvio que, a la hora de construir el relato, cada uno vende a sus ídolos como más le conviene