ORIO VUELVEA REINAR
Épica victoria de la ‘San Nikolas’ que, aliada con el mar, remontó para ganar diez años después Urdaibai cedió en el largo de vuelta y Hondarribia quedó condenada en el sorteo de calles
Diez años después Orio volvió a ondear la Bandera de La Concha, la número 32 de su palmarés y seguramente la más celebrada porque desde que sumara la primera en 1901, nunca antes había estado tanto tiempo sin ganar. Ese es el fondo pero también importa la forma porque los aguiluchos ganaron remontando, algo que no habían hecho en ninguna de sus victorias anteriores en la bahía donostiarra. Y lo hicieron, además, en unas condiciones dantescas en las que los remeros fueron héroes que desafiaron la furia de unas olas que por momentos engullían a las traineras para luego escupirlas al cielo encapotado de Donostia. No es por tanto una victoria más y así lo demostraron los cientos de oriotarras que tiñeron de amarillo la rampa del muelle.
El sorteo de calles sonrió a Urdaibai, desplazada a la deseada calle 4, y fue la tumba de Hondarribia, agraciada con la temida calle 1. Los representantes de la ‘Ama Guadalupekoa’ salieron del Ayuntamiento sabiendo perfectamente que no había opción. Y por si tenían alguna duda, la primera tanda las disipó por completo.
Pese a todo, buscó su oportunidad con una salida explosiva en la que fue proa de regata, aunque el tener al lado a Orio no le ayudó porque no pudo lograr el margen suficiente para irse a babor. Al paso por el Aquarium, y víctimas del rebote de las olas, los segundos comenzaron a caerle encima como una losa.
Descartados los de Orbañanos y con Kaiku lejos de cualquier opción, la regata se convirtió en un mano a mano entre la ‘Bou Bizkaia’ y la ‘San Nikolas’. Orio tuvo la virtud de sujetar a Urdaibai de brankas, alternándose ambas en la proa de la regata. Pero cuando camino de la ciaboga parecía que los de Joseba Fernández comenzaban a escaparse, llegaron dos olas que escupieron al bote bermeotarra, que quedó clavado y perdió enfilación. Lo aprovechó Orio para maniobrar primero y enfilar su proa hacia la gloria.
Locura con el GPS
En la vuelta, el GPS pareció volverse loco. Orio llegó a tener seis segundos para, poco después, marcar a Urdaibai como proa de regata con cuatro. Igualadas llegaron ambas prácticamente a los últimos 2.000 metros, momento en el que Orio empezó a volar. A 900 metros la ‘San Nikolas’ alcanzó por primera vez los 10 segundos de ventaja. 11, 12, 13, 14, 15...hasta 23 segundos de ventaja llegó a tener a poco más de 300 metros. El presidente Ibon Huegun lloraba en la tribuna de delegados consciente de que la victoria se iba para Orio. La Bandera de La Concha volvía a casa una década después.
En la primera tanda San Juan no tuvo rival. Fue la trainera que mejor se adaptó a las condiciones y palada a palada fue dejando atrás a sus rivales. Zierbena se mantuvo relativamente cerca en esos primeros metros en los que Donostiarra y Tirán, perjudicadas por salir por las calles 1 y 2, cedían rápidamente.
Fue en la vuelta cuando Donostiarra brilló con luz propia, llegando a amenazar ligeramente el triunfo de San Juan, quinto en la general. Donostiarra dejó atrás a Tirán y se quedó muy cerca de Zierberna. Su bandera se juega el próximo fin de semana en Bermeo y Portugalete