PAREJA DE ORIO
Jon Salsamendi y Gorka Aranberri lideraron la primera Concha de Orio en 10 años de sequía El entrenador decidió enfocar el verano a septiembre; el patrón guió la empopada mágica El presidente del club, Ibon Huegun, admite que son las “claves” del proyect
Aunque la pasión siempre existió, la plenitud ha florecido de nuevo, como si hubiera renacido, en Orio, la cuna del remo. Hay dos claros responsables de que en el pueblo se hayan reencontrado con el alirón: Jon Salsamendi y Gorka Aranberri. El club les fichó para reverdecer laureles y el mundo arraunlari ha vuelto a teñirse de amarillo. En el deporte no hay lugar para las casualidades.
Hay quien piensa en la localidad costera que tan a flor de piel vive el remo que La Concha se comenzó a gestar el viernes. Fue cuando Jon Salsamendi envió un mensaje de ‘watsapp’ al presidente, Ibon Huegun.
Hablaba el texto de la capacidad de Orio para obrar la remontada en la bahía y el entrenador aguilutxo pedía apoyo a todo el pueblo: había que animar a la trainera en el último entrenamiento en la ría. Sus deseos fueron órdenes y la hinchada arropó a la cuadrilla. “Hay que provocar la victoria con factores que puedas controlar”, lanzó Salsamendi a los fieles.
Los primeros segundos ya se los había acortado Orio a Bermeo antes siquiera de que el juez de mar bajara la bandera roja. Luego, en la memorable regata del domingo, sucedió el milagro. Guiada por Gorka Aranberri en la empopada mágica, la ‘San Nikolas’ anuló la desventaja de 9 segundos y 78 centésimas que tenía Urdaibai, dejándole en la cuneta por casi medio minuto. Descomunal.
Atendiendo a las declaraciones que Ibon Huegun dedica a MD, no es extraño que Orio hiciera historia sobre la marejada. Sostiene el presidente del club que Salsamendi enfocó el verano a este tramo definitivo de la temporada, a septiembre. “Cuando vino, nos dijo que el gran objetivo era La Concha y que para ello el recorrido tenía que ser con los pies en el suelo: primero entrando en la tanda de honor de la ACT y luego pujando por las Banderas”, explica Huegun.
Resaltando la “disciplina” que inculca Salsamendi en su metodología, Huegun detalla el camino recorrido por los oriotarras: “Con 20 remeros, las rotaciones durante el verano han sido habituales”. También se acuerda de “todo el trabajo técnico” que Salsamendi realizó en invierno, cuando nadie se acuerda del panorama arraunlari.
“Funciona año a año”
“Sin Jon Salsamendi no estaríamos hablando de todo esto”, pro-
fiere el máximo responsable de la entidad. Sobre Aranberri recalca que “no le vamos a descubrir ahora” y asegura que “vino muy mentalizado para hacer campeón a Orio”. Lo ha conseguido.
Huegun conoce bien a Salsamendi, ya que “somos amigos” y le tilda de “persona tranquila, cabal, sin sobresaltos”. A Aranberri le persigue su imagen pública de “ir a 200 pulsaciones en el bote”, pero “es un hombre discreto que ha caí- do muy bien en el club”.
“Algo había que solucionar”, reflexiona Huegun acordándose del año pasado, desierto de éxitos en Orio. “Salsamendi dijo que iba a dejar Bermeo y fuimos a por él”. Y la estela del técnico la siguió Aranberri. El acuerdo fue “rápi- do” porque “cuando las conversa- ciones son claras y naturales no suele haber problemas”.
Entrenador y patrón son “cla- ves” para el presidente y se desco- noce si lo seguirán siendo, pero que nadie en Orio se preocupe: “Jon funciona así, año a año”