Aritz trabaja a contrarreloj e Iñigo y Oyarzabal están casi descartados
Guevara se entrenó ayer con el primer equipo por si Elustondo no llega a tiempo
Aritz Elustondo trabaja a contrarreloj para intentar llegar al partido de contra el Rosenborg, aunque ahora mismo no se puede garantizar en absoluto su concurso. El jugador de Beasain sólo participó con el grupo en la parte inicial del entrenamiento y luego se retiró al interior de las instalaciones de Zubieta para llevar a cabo un trabajo personalizado y avanzar en la recuperación del golpe que se llevó en la pierna en el partido de Riazor.
Prueba de que Eusebio no tiene nada claro su concurso contra el conjunto noruego es que se entrenó con el primer equipo Ander Guevara, que ha venido trabajando durante la pretemporada y ha actuado como central en varios partidos, aunque su posición natural es la de medio centro.
Y es que Aritz Elustondo es junto a Diego Llorente el único central sano que le queda a la Real. Raúl Navas está totalmente descartado a causa de la fractura lumbar que se produjo ante el Villarreal e Iñigo Martínez, prácticamente también. El vizcaíno terminó lesionado el partido de A Coruña y tampoco se entrenó con el grupo, con lo que será muy difícil que juegue en la Europa League y, en el mejor de los casos, reaparecería contra el Real Madrid.
Oyarzabal, descartado
Otro que lo tiene prácticamente imposible para participar en el estreno europeo es Mikel Oyarzabal. El eibartarra ya fue baja en Galicia como consecuencia de un golpe que se llevó en Estonia con la selección española Sub-21 y tampoco estará en disposición de jugar contra el Rosenborg.
Hay que recordar que a las bajas de Iñigo, Navas y Oyarzabal se unen las de Carlos Martínez y Guridi, que siguen con sus respectivos procesos de recuperación.
Queda la duda de Aritz, que hará la última prueba en el entrenamiento de hoy en Zubieta (11.00 horas). En función de las sensaciones que tenga, entrará en la lista de Eusebio o el míster tendrá que decidir entre ubicar a Guevara junto a Llorente o improvisar con algún jugador fuera de posición, como podría ser Zubeldia o el propio Illarramendi