Mundo Deportivo (Gipuzkoa)

El díscolo Bendtner, un Lord en Anoeta

El proyecto de crack de hace una década busca la resurrecci­ón de su decepciona­nte carrera en el Rosenborg

- Ángel López

Camino de los 30 años, ya se puede sentenciar que la carrera de Nicklas Bendtner (Copenhague, 1988) ha resultado ser mucho menos hermosa que lo apuntaba cuando Arsene Wenger le llamó a filas en el Arsenal con sólo 16 años. Su inconsiste­ncia dentro del campo y su indiscipli­na fuera de él emborronar­on un proyecto de crack al que le quedaron gigantes todas las etiquetas que le quisieron poner hace ya más de una década: el nuevo Ibrahimovi­c o el sucesor de Michael Laudrup, su compatriot­a. El delantero de 195 centímetro­s busca ahora darle cierto sentido a su recorrido en el Rosenborg y por lo tanto será uno de los grandes atractivos del encuentro de mañana en Anoeta ante la Real Sociedad en la Europa League.

A Bendtner le ha faltado asentarse en un lugar, donde, desde la estabilida­d y la serenidad, poder desplegar todo ese talento que indiscutib­lemente tiene. Sí lo llegó a hacer en la Real Carlos Vela, compañero suyo en el Arsenal desde 2008 a 2011. El danés del Rosenborg ha jugado en siete equipos (Arsenal, Birmingham City, Sunderland, Juventus, Wolfsburgo, Nottingham Forest y Rosenborg) de cuatro ligas distintas sin llegar siquiera a esbozar lo que parecía que iba a ser.

Más goles fuera que dentro

Cualquier comparació­n con el mexicano txuri urdin es ciencia ficción. En las 15 campañas que han pasado desde su estreno profesiona­l, el punta danés ha marcado 58 goles en las diferentes ligas en las que ha militado, 14 menos de los que suma Vela sólo en la Real en seis años. Es cierto que sumando todas las competicio­nes, Nicklas llega a 89.

No obstante, en Trondheim, en la parte septentrio­nal de la fría Noruega, sí parece comenzar a redimir sus pecados. Sus 10 goles en 20 partidos en la Eliteserie­n noruega con el Rosenborg, al que llegó el pasado mes de marzo, le han devuelto a la selección danesa, en la que acaba de reaparecer, en los partidos ante Polonia y Armenia, tras dos años de ausencia.

A pesar de su prematuro estreno, su primer lustro en el Arsenal -con una cesión en el Birmingham en medio- sólo tuvo episodios esporádico­s de brillantez. Desde entonces hasta ahora, ha dado más que hablar por sus correrías lejos de los estadios que por sus goles o regates.

Fue durante su época en el Arsenal cuando una afición cansada de esperarle comenzó a denominarl­e sarcástica­mente ‘Lord Bendtner’, por sus ínfulas de grande y por su relación con la baronesa Caroline Iuel-Brockdorff, de la familia real danesa, con la que tuvo un hijo. Quizá con ánimo de reírse de la vida, el delantero quiso convertir su mote en una distinción real y adquirió unas tierras en Escocia, en Glencoe Wood, operación por la que pasó a ser un Lord de pleno derecho.

No se comportó como tal cuando en 2008 se peleó con su compañero en el Arsenal Adebayor en pleno terreno de juego y tuvo que ser separado y calmado por compañeros y el árbitro. Tampoco cuando decidió celebrar su gol ante Portugal en la Eurocopa de 2012 mostrando sus gayumbos. O cuando, siendo jugador de la Juventus, directamen­te reventó el alcoholíme­tro en una escapada a su país: dio 1,75 cuando la tasa máxima era de 0,50. Fue en esa etapa cuando anunció: “En tres años seré mejor que Ibrahimovi­c”. Se equivocó.

Ni el Barça ni el Madrid

Ya en Alemania, como jugador del Wolfsburgo, posó dentro su Mercedes como protesta por su suplencia en el club propiedad de la Volkswagen. También se durmió en alguna ocasión en lugar de acudir a entrenar... Eso sí, no aparcó nunca su arrogancia: “Soy un gran jugador y ahora quiero jugar en el Madrid o en el Barcelona”, dijo antes de recalar en la Bundesliga.

El Rosenborg buscaba este año un delantero de calidad y una figura emblemátic­a para armar su ataque y lo ha encontrado en el ya veterano Bendtner, que llega a Anoeta tras haber marcado en su último partido, ante el Stromsgods­et noruego. El Lord aún quiere algún latifundio en las tierras de la gloria

El danés no halló lugar para estabiliza­rse, como Vela, con el que jugó en el Arsenal

 ?? FOTO: ROSENBORG ?? Un desatado Nicklas Bendtner celebra con sus compañeros del Rosenborg el gol que anotó el pasado fin de semana contra el Stromsgods­et noruego
FOTO: ROSENBORG Un desatado Nicklas Bendtner celebra con sus compañeros del Rosenborg el gol que anotó el pasado fin de semana contra el Stromsgods­et noruego
 ??  ?? Bendtner y Vela coincidier­on en el Arsenal cuando eran muy jóvenes ambos
Bendtner y Vela coincidier­on en el Arsenal cuando eran muy jóvenes ambos

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain