A hacer ruido en el estreno
El Sevilla debuta en su tercera Champions consecutiva ante el Liverpool queriendo hacer historia
Comienza el baile. El Sevilla inicia su tercera participación consecutiva en la Liga de Campeones por todo lo alto, en un escenario de prestigio como es Anfield y con la moral por las nubes después del primer triunfo de la era Berizzo en el Sánchez-Pizjuán.
Sintiéndose un grande más, a la altura casi de Atlético y sacando pecho por ir junto a Real Madrid y Barcelona en el lote de los mejores de la mejor liga del mundo, el equipo nervionense quiere entrar por las puertas de la casa de un histórico como el Liverpool haciendo ruido. El proyecto, después de la experiencia con Sampaoli, necesita un aldabonazo fuerte para ganar respeto y ese golpe tiene una fecha y una hora marcadas; esta noche ante los de Jurgen Klopp, un equipo que llega además muy tocado con el 5-0 que recibió de manos del City de Guardiola.
Después de pasar el play off ante el Basaksehir, los de Berizzo puede decirse que tienen para empezar el duelo más duro. Encuadrado en el grupo E junto al Spartak de Moscú y al Maribor aparte de los ‘reds’, el Sevilla no renuncia a nada y quiere dar el golpe para empezar a dominar un grupo señalado por todos como uno de los menos fuertes de la competición.
Y llega el Sevilla con su once de gala, prácticamente. El técnico argentino, que reservó a algunas de sus piezas clave en la Liga, sólo cuenta con la baja de Nolito, que se quedó en tierra tocado con unas molestias musculares. En cambio, regresa Banega, baja por sanción en la competición nacional y que volverá a llevar la batuta junto a N’Zonzi en el centro del cam- po.
El objetivo en esta competición está claro. Pasar a octavos y supe- rar esa barrera. Sacarse la espina de la pasada campaña ante el Lei- cester es la obsesión andaluza. “Ningún lugar mejor que Anfield para empezar la Liga de Campeo- nes en este tercer año consecuti- vo. Y no lo hacemos como novatos además, sino como sexto equipo de puntuación en UEFA”, pro- nunciaba orgulloso el presidente, José Castro, antes de subirse al avión