“Tenía una intuición fuera de lo común”
José Ramón Mendizabal hizo debutar a Gorka Aranberri como patrón de la ‘Enbata’ de Zarautz con 14 años
La lluvia de elogios no cesa en torno a la figura de Gorka Aranberri tras la regata protagonizada por Orio el domingo. El zarauztarra fue el encargado de guiar a la ‘San Nikolas’ a la gloria con un largo de vuelta que ya forma parte de la historia de la Bandera de la Concha. Su decisión de irse a la calle 1 fue decisiva para dejar atrás a Urdaibai y volver a ganar en La Concha 10 años después.
A nadie cogió por sorpresa la exhibición de Aranberri que ya ha protagonizado en los últimos años unas cuantas demostraciones en las popas de las traineras en las que ha estado, lo que le ha llevado a ser considerado a sus 30 años como uno de los mejores patrones sino el mejor.
Sus inicios
Y es que patronear una embarcación es algo que el remero de Orio prácticamente lleva en la sangre. “Algunos amigos míos remaban en Zarautz y, como era pequeño y delgado, me dijeron que me apuntara y empecé a patronear un batel con el que ganamos bastantes regatas”, recordaba para MD Aranberri que fue dando pasos, saltando del batel a la trainerilla hasta que José Ramón Mendizabal, hoy director deportivo de Donostiarra y desde 2002 hasta 2008 encargado de dirigir a la ‘Enbata’ de Zarautz, vio antes que nadie sus cualidades cuando apenas tenía 13 años. “Zarautz era un equipo que estaba empezando. Yo era el entrenador y Gorka era un chavalín de 14 años que solía andar de patrón con algunos chavales que andaban en cadetes y juveniles. Nosotros teníamos solamente un patrón y aquel año nos clasificamos para la ACT, que entonces empezaba, y me hacía falta alguien. Al chaval siempre se le veía como muy avispado. No solamente en el agua, también en tierra. Se le veía como muy listo, como muy centrado. Siempre sabía donde estaban todas las cosas. Un día me decidí a ponerle en la popa de la trainera y la verdad es que desde el minuto uno se le vio que la gozaba”, recuerda Mendizabal quien se refugia en la modestia señalando que aquella decisión “no fue mérito mío, sino simple inercia porque estaba llamado a ser lo que es, un gran patrón”.
El salto a la trainera
Recordaba Aranberri hace tiempo en este medio que aquel salto a la trainera le vino “un poco grande.
Nunca me había montado en una, pero la verdad es que tanto ‘Mendi’ como los remeros me ayudaron mucho y la adaptación fue más sencilla”.
“Era un chaval muy receptivo, con una intuición fuera de lo común”, comenta el director deportivo de Donostiarra. “Enseguida cogía las cosas. Enseguida se daba cuenta de cómo tenía que ir, bien en la mar, bien en la ría”. Obviamente, dada su inexperiencia “había
que modelarlo, pero fue muy sencillo porque cuando tienes a una persona que casi antes de que le digas algo ya se ha dado cuenta de las cosas, es muy fácil todo. Es como cuando ves a un jugador con mucha calidad en un campo de fútbol. El mayor mérito de un entrenador es dejarle hacer lo que sabe y en remo es igual”.
Como persona, destaca Mendizabal que “es un chaval muy majo. En un principio parece un poco in- trovertido pero cuando coge confianza contigo se suelta mucho. Yo le conozco en su ambiente, con sus amigos, con los excompañeros que tuvo en Zarautz que todavía nos seguimos viendo, y es muy querido por parte de todos”.
Aquella etapa en Zarautz fue muy fructífera y Aranberri recuerda especialmente “el ascenso en 2005 a la ACT y la primera bandera que logramos en la Liga San Miguel, en el año 2007 en aguas de Zumaia, donde nos impusimos a Hondarribia”. Luego llegó el descenso y la oferta de Urdaibai le hizo pasar a la ‘txopa’ de la ‘Bou Bizkaia’ en 2011 para ganar dos ligas ACT y cuatro Banderas de La Concha antes de fichar por Orio este verano, de la mano de Jon Salsamendi, con el reto de devolver al club aguilucho a lo más alto, lo que consiguió el domingo tras una regata en la que Mendizabal le atribuye gran parte del éxito: “Está mal que lo diga yo, pero creo que tuvo mucho mérito sin querer con esto menospreciar la labor de Jon Salsamendi, que cogió un equipo tocadito y lo ha dejado en lo más alto. El que Gorka a la vuelta, cuando faltaban cuatro minutos para finalizar la regata y no llevaba la diferencia necesaria, tomara el riesgo de meterse en la calle 1, donde arbolaba más la ola, y aún a riesgo de que se le torciera la embarcación, lo que no sucedió porque consiguió llevarla recta, fue decisivo. Ese fue el momento en el que le sacó la diferencia a Urdaibai. Su mérito fue grandísimo”
‘Mendi’ cree que gran parte de la victoria de Orio en La Concha fue mérito del patrón