Luces y sombras en el verano 2017
La 101ª temporada de verano donostiarra cumple con la mayoría de sus objetivos, pero no con todos
El verano hípico donostiarra ha llegado a su fin tras abarcar un apreciable periodo de tres meses y medio de carreras en su centenario hipódromo. La temporada ha vivido un buen puñado de momentos brillantes, acompañado de algún episodio realmente oscuro. El balance final nos traslada a un aprobado general raspado, en base al análisis que detallamos a continuación.
En el plano positivo cabe destacar en primer lugar la gran respuesta de la afición. El hecho de que la mayoría de las jornadas se hayan disputado en domingo ha vuelto a llenar las gradas del hipódromo. Resulta fácil comprobar la diferencia de asistencia entre las jornadas ubicadas en su momento histórico de la semana y las que se disputan en los horarios que impone PMU. Nos atrevemos a aseverar que las primeras han doblado/triplicado en cuanto a su aforo a las segundas.
Otro factor muy positivo ha resultado el apreciable espectáculo vivido en líneas generales en la pista de Zubieta, con los grandes premios del verano a la cabeza. La Copa de Oro, Gobierno Vasco y Hotel María Cristina han cumplido de sobra el expediente. Vencedores como ‘Wild King’, ‘Noray’ o ‘Luire’ han llegado de pleno al ojo hípico del aficionado. La grada donostiarra ha podido paladear, especialmente en el caso del primero y la tercera, a dos elementos de gran calidad.
Los pupilos de Ramón Avial ‘Poti’ y ‘Totxo’ han emocionado también a la afición guipuzcoana, así como la mayoría de elementos de dos años de Ana Imaz, con el prometedor ‘Valle Inclán’ a la cabeza. El gran ‘Wild King’ presentaba un remate portentoso para embolsarse la gloria del Oro donostiarra en una edición de tipología muy complicada para un tres años. ‘Noray’ y Janacek se lo dejaron todo en la pista para prevalecer por muy poco en el Gobierno Vasco en una llegada plena de electricidad ante ‘Half a Billion’.
Sólo una magnífica yegua como la tordita ‘Luire’ podía batir a ‘Poti’ en su día más grande. La pupila de Damien de Watrigant demostraba en recientes fechas su indiscutible calidad, logrando un tercer puesto en un exigente listed en tierras galas. ‘Poti’ se lo dejó todo en el María Cristina para ser batida en el último suspiro por una gran yegua que fue capaz de recortarle 8 cuerpos en plena recta. Si ‘Luire’ no hubiera sido reenganchada a última hora, ‘Poti’ hubiera sentenciado a su vez al resto del lote por más de 5 cuerpos.
En cuanto a los profesionales, la gran triunfadora del verano donostiarra ha sido la preparadora local Ana Imaz. Como principales hitos de la donostiarra aparecen su hat-trick en el dinero de la Copa de Oro, logrando el 1º, 3º y 4º clasificados por medio de ‘Wild King’, ‘Gran Torino’ e ‘Intaglio’. Su otro momento estelar llegaba con la victoria de ‘Valle Inclán’ en el Critérium Internacional por delante de sus dos compañeros de patio ‘Kiko’ y ‘Lady Great’, logrando un gran copo de 1º, 2º y 3º en la gran prueba del verano para los potros.
No todo es positivo
En el plano negativo sobresalen dos apartados. El primero es la casi total ausencia de elementos extranjeros en los grandes premios del verano donostiarra. Que ni Copa de Oro ni Gobierno Vasco hayan contado con visitantes foráneos representa una pequeña tragedia en cuanto a su competitividad. La visita de ‘Luire’ demostró lo importante que es la presencia de elementos extranjeros de cara a dar lustre a nuestros grandes premios. Cabe realizar la autocrítica necesaria y poner remedio a este apartado en adelante.
El segundo apartado negativo de la temporada llegó en la infausta última jornada del verano. Que la carrera más antigua del calendario nacional como es el Gran Premio de San Sebastián deje de celebrarse por primera vez en la que iba a ser su 101ª edición, sólo puede calificarse de desastre. Este triste hecho tiene peso específico suficiente para empañar toda una temporada. En años realmente complicados el GPSS estuvo siempre ahí y con su suspensión definitiva se ha cometido un gran error.
No se trata de buscar culpables, ya que los blancos y negros no existen en estos casos. Lo que sí ha resultado evidente ha sido la falta de cintura de todas las instituciones del turf español ante una suspensión repentina como la acaecida en la última jornada. Para empezar era ineludible que una vez decidida la suspensión de la jornada, se comunicara en el mismo día a todos los estamentos implicados lo que iba a pasar con la misma y ello no se hizo hasta cinco días más tarde.
Resulta evidente la necesidad del esfuerzo a realizar en el ámbito del hipódromo donostiarra en un apartado clave como es el de la obtención de patrocinadores públicos y privados. Las aportaciones de LAE y PMU son y serán sin duda muy importantes en el futuro del turf en Gipuzkoa, pero su impacto en la subsistencia del mismo se debe limitar a un % menor que el actual, con el claro objetivo de ‘no colocar todos los huevos en el mismo cesto’.
La pista de verde ha respondido aceptablemente a la gran exigencia de una extensa temporada de verano. En el estado de la misma en las dos últimas jornadas han influido en una gran medida lluvias muy poco habituales para la estación del año en la que nos encontramos.
Como anécdota simpática subrayar la continua cercanía que han demostrado algunos jugadores de la Real Sociedad y el propio club a un hipódromo donostiarra con el que comparten ubicación e historia