El 1-3 cambia el escenario del partido

Si el 1-2 con el que se llegaba al descanso, tiempo muy necesario para quitarse de encima la tensión y el nerviosismo que les había generado el desesperante arbitraje del colegiado Iglesias Villanueva a los hombres de Eusebio Sacristán, ya abría la puerta a un posible cambio de propuesta por parte de ambos equipos, el 1-3 de Bale a la hora de juego fue definitivo para que los merengues se decidieran a buscar otro partido.

Su movimiento fue claro. La presión alta iba a dejarse para jugadas esporádicas, buscando un repliegue bastante intenso que les diera una fortaleza defensiva mayor ante el más que posible empuje ofensivo del conjunto realista, siendo la transición rápida ofensiva su respuesta en ataque más habitual a partir de ese preciso momento.

A partir de entonces la Real Sociedad mejoró su juego posicional y pisó el área del costarricense Keylor Navas con más asiduidad que el primer tiempo, pero las situaciones de remate con peligro para que pudiera llegar el 2-3 que metiera el partido otro escenario más favorable en el tramo final no fueron muy numerosas.

El partido terminó con un Real Madrid jugando a que no pasara casi nada y una Real voluntariosa en su empuje ofensivo, pero poco efectiva para poder cambiar el rumbo del partido, que terminó llevándose el Real Madrid sin que diera la sensación de que la Real Sociedad pudiera inquietarle en exceso