La goleada no fue casualidad
El Levante alecciona a la Real: se puede brillar en ataque y ganar defendiendo con acierto al mismo tiempo
Plan enrevesado
El acto reflejo no perdona. Es letal, imposible de frenar. Así que lo primero fue llevarse las manos a la cabeza por haber caído por goleada contra un recién ascendido cuando el equipo era colíder hace dos jornadas. No en vano, el 3-0 no obedece, ni por asomo, a la casualidad. Todo en el fútbol ocurre por estos o aquellos motivos y el Levante aleccionó anoche a la Real: se puede brillar en ataque, incluso ganar, mientras todo parte de una buena defensa.
Una descomunal volea y una falta directa como la copa de un pino desarbolaron a la Real, aparte del inocente penalti que cometió Odriozola. Dos de los tres tantos valencianos se fabricaron con la belleza de su factura. Cañonazos con mensaje: lo bonito no está reñido con lo bueno.
En muchas fases del partido, los de Muñiz se pertrecharon como quien se cobija en el plumífero para capear el frío. Todos sus futbolistas menos el delantero Alegría, en alegre montón en campo propio. Nueve más el portero, diez hombres encomendados exclusivamente a la defensa.
Sin respuesta se quedó la Real ante semejante dispositivo. Esa Real que tan bien se lo pasa jugando, combinando, hilvanando, cosiendo y cantando, lamentó de lo lindo quedarse afónica, sin ideas
Eusebio quitó un delantero centro y puso a un lateral derecho cuando su equipo perdía 1-0. No pareció buena idea.
como un niño sin juguetes en mitad del parque.
Un equipo reconocible
Que no cunda el pánico. La ínfula del Levante a la Real llega a tiempo. Es septiembre y sobra tiempo para corregir desajustes. Todo esto será posible con más de un recurso en la pizarra. Con el juego de posición no parece que vaya a ser suficiente: dos equipos de naturaleza antagónica, Real Madrid y Levante, han sido capaces de ningunear a la Real. Mejor, en cualquier caso, que la advertencia llegue con prontitud.
Escudarse en la manida cuestión de las rotaciones para justificar la derrota es relativo. Rulli, Aritz Elustondo, Llorente, Illarramendi, Xabi Prieto, Juanmi, Vela y Willian José con elementos acostumbrados a jugar. O sea, todos menos tres: Gorosabel, De la Bella y Zubeldia, absolutamente ajenos a la responsabilidad de haber perdido. El equipo era reconocible a la par que novedoso respecto al último precedente.
Entre todos esos nombres faltó uno, Zurutuza, que nunca figura en la hoja de las alineaciones cuando el equipo juega mal. Y siempre está cuando el equipo juega bien. Como la derrota, tampoco parece que la coincidencia pertenezca al campo de lo casual.
Rulli fue el jugador de la Real que más y con mayor acierto intervino en el partido. O sea que el Levante, realmente, se hizo acreedor a golear a la Real. Sólo la actuación del portero rival le apartó del empacho. En principio, la pólvora era de la Real. Se apagó en el rincón de las fallas. Muchos pases opacos. Y poco pragmatismo: la Real ya ha perdido dos partidos más que el Levante
El Levante defendió con diez en su campo y ganó. Una cosa no está reñida con la otra
La actitud de Vela
Todos los extranjeros de la Real tienen un espejo en la caseta. Vela asumió siempre responsabilidades, dando ejemplo.