REINCIDENTES
El Eibar no reacciona y vuelve a salir goleado en un partido donde pagó caro sus despistes defensivos Tres goles a balón parado en la primera mitad dejaron el encuentro prácticamente sentenciado
Que te golee un Barça liderado por un Messi en estado de gracia entra dentro de los presupuestado. Como en su día dijo Caparrós, todo el mundo tiene que pasar por el dentista. Lo que ya ‘canta’ un poco más es volver a salir goleado, en casa y ante un rival, el Celta, que llegaba lleno de dudas y acuciado por las urgencias de sus últimos resultados. Eso ya no tiene ningún tipo de justificación. No es desde luego el momento de alarmarse, pero sí de analizar en profundidad qué le está sucediendo a un Eibar absolutamente desconocido que ayer volvió a reincidir en sus errores, algunos de difícil explicación para un equipo de Primera División.
Nada hacía presagiar durante el primer cuarto de hora el desenlace final de un encuentro que el Eibar llevaba bien encaminado. El Celta sufría ante la presión armera y no había noticias de los gallegos de medio campo hacia adelante.
Sin embargo, todo cambió en el minuto 16 en una falta lateral lejana que ejecutó Pione Sisto al corazón del área para que Cabral, libre de marca, apareciera desde atrás, en posición dudosa, y batiera a Dmitrovic.
Pese a todo el gol no hizo mella en un Eibar que supo reponerse con celeridad. Bebé metió un centro raso al área que atacó Charles, cuyo remate mordido fue repelido por el poste.
El equipo de Mendilibar, fiel a sí mismo, hacía daño por las bandas que no paraban de producir acciones de peligro que no siempre encontraron rematador.
Pero sucedió que en otra falta prácticamente calcada a la anterior, el Eibar volvió reincidir en su error al defender el balón parado y el lanzamiento de nuevo de Pione Sisto terminó colándose en la meta de Dmitrovic. Como cantaban los sevillanos Reincidentes, ‘La historia se repite’.
A ese segundo mazazo también reaccionó bien el Eibar, que furioso cercó la meta viguesa, aunque el resultado fue el mismo porque el enésimo centro de Bebé los cabeceó Oliveira al palo, el cuarto en los dos últimos partidos. Ya saben aquello de que cuando todo va mal...Y por si había dudas poco después el magnífico pase de Ander Capa dejó solo a Kike García ante Rubén, pero el remate picado del delantero se perdió cerquita del poste.
Dmitrovic evitó poco después que el remate de Hugo Mallo se colara en su portería, pero no pudo hacer lo mismo un minuto más tarde cuando el ‘Tucu’ Hernández remató totalmente solo en el segundo palo una nueva asistencia de Pione Sisto. Ese mazazo sí que ya fue definitivo.
Y es que sobró toda la segunda mitad. 45 minutos que certificaron que el Eibar ya no tenía capacidad de reacción. 45 minutos en los que seguramente muchos repasaron mentalmente una y otra vez los errores groseros cometidos en los goles celtiñas, independientemente de que alguno de ellos pudiera ser o no legal.
La puntilla
El Celta se sabía con el partido en su poder pese a que en los últimos tiempos ha sido incapaz de sujetar marcadores favorables, aunque ninguno como el que tenía ayer y ninguno ante un rival sin fe alguna en el milagro. Por si acaso, los gallegos lograron un cuarto tanto por medio de Daniel Wass que culminó una buena contra lanzada por Hugo Mallo. Otra goleada apenas cinco días después de la sufrida en el Camp Nou. Claro que ayer no estaba Messi
El Eibar respondió tras los dos primeros goles, tras el tercero se vino abajo