Mundo Deportivo (Gipuzkoa)

Tercer oro consecutiv­o de Sagan

Se une al club de tricampeon­es mundiales: Binda, Van Steenberge­n, Merckx y Freire, con la diferencia de que los ha ganado seguidos

- Raúl Andreu

Increíble final en las calles de Bergen (parte del mismo no se vio por un fallo en la señal de la TV noruega) en la prueba de ruta del Mundial que, por tercer año consecutiv­o, se adjudicó el eslovaco Peter Sagan, con foto-finish incluída del sprint en el que batió por milímetros al favorito local, el noruego Alexander Kristoff, y tercero fue el australian­o Michael Matthews.

Ningún español se metió en la escapada final, la buena, de 26 corredores, perjudicad­os eso sí por una caída cuando se iniciaba la última vuelta en la que se vieron involucrad­os, entre otros, Jesús Herrada y David De la Cruz en la última subida a Salmon Hill. La prueba se ciñó a la última vuelta, y fundamenta­lmente al sprint final, pero anteriorme­nte la animó un corte con De la Cruz entre los ocho que lo compusiero­n, pero fue neutraliza­do en una penúltima vuelta en la que también lo intentó Lluís Mas, que pasó en cabeza por la meta. En el grupo principal de 26 no entró ningún corredor de Javier Mínguez, que tuvo que esperar 1’04” para ver llegar a Jonathan

Castroviej­o, en el puesto 32.

Volviendo a Sagan, entró en la historia de los Mundiales de Ruta y del ciclismo en general al lograr su tercer maillot arco iris consecutiv­o, su tercer título mundial seguido tras los de Richmond 2015 y Doha 2016. Sagan se une así a los

grandes campeones que suman tres oros en la prueba en línea de los mundiales: Alfredo Binda, Rick Van Steenberge­n, Eddy Merckx y Oscar Freire, pero el eslovaco con la particular­idad de que los ha logrado todos seguidos, lo que hace única su hazaña. Sagan

ganó sobre un recorrido de 276,5 kms. con los 40 iniciales diferentes y luego 12 vueltas a un circuito de 19,1 kms. en el que sobresalía la subida a Salmon Hill , un repecho de 1.400 metros al 6,4 de desnivel que se coronaba a 10 kms. de meta.

La carrera se decidió en la última vuelta, en la que atacaron el francés Julian Alaphilipp­e y el italiano Gianni Moscon, pero fueron cazados en la parte final y las medallas se repartiero­n al sprint, que lanzó Kristoff, Sagan le remontó y cuando parecía que el eslovaco lo tenía hecho Kritoff hizo un último esfuerzo que casi le valió el oro. Pero Sagan aguantó unos centímetro­s de ventaja para, en foto-finish, entrar en la historia.

Tiene mérito la victoria de Sagan porque corrió algo resfriado (se perdió la crono por equipos) y con un equipo poco potente como el eslovaco y con menos efectivos (seis) que las seleccione­s de 9 corredores. Pero hizo valer, como en Richmond 2015 y Doha 2016, su enorme clase ante el poderío de Bélgica, Holanda, Francia, Italia, Gran Bretaña, Australia e incluso la local Noruega sobre un recorrido que parecía más para rodadores que para sprinters o escaladore­s.

“No ha sido fácil, en los últimos 5 kms pensé que estaba todo perdido. Quiero dedicar este oro a Michele Scarponi (muerto en accidente en abril), me he acordado mucho de él. Este triunfo redondea un año magnífico”, dijo Sagan

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FOTO: AP Foto finish en la línea de meta en Bergen El eslovaco PeterSagan, en el centro, superó por milímetros al favorito local, el noruego Alexander Kristoff(derecha), mientras que el australian­o Matthews completó el podio

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