De rodillas y en pie de guerra contra Trump
La Liga se rebela contra el presidente tras llamar “hijos de perra” a quienes se arrodillan durante el himno
La facilidad de Donald Trump para ganarse enemigos de manera gratuita parece no tener límites. El presidente de EE.UU.ha emprendido una cruzada unilateral contra el deporte profesional y sus soflamas le han explotado en las manos.
Primero se las tuvo con la NBA al retirar la invitación cursada a Stephen Curry para visitar la Casa Blanca y la mayoría de las figuras del baloncesto, con LeBron James a la cabeza, hicieron piña en torno a Steph, azuzando al presidente a través de las redes sociales.
Ahora le ha tocado el turno a la NFL. El ocupante del Despacho Oval dijo durante un mitin que los propietarios de las franquicias deberían despedir “a los hijos de perra que se arrodillan mientras suena el himno de EE.UU.” antes de cada partido. Esta costumbre la inició Colin Kaepernick, ex quarterback de los San Francisco 49ers, en protesta por las muertes de personas de raza negra a manos de policías blancos y en apoyo del movimiento Black Lives Matter, que pone de relieve las desigualdades raciales. Con el tiempo otros le han seguido, no en vano el 70% de los jugadores de la NFL son de raza negra.
Trump traspasó una línea roja y rápidamente se levantaron voces en su contra. Alguna de las estrellas más militantes de la Liga, como el tight end Martellus Bennett (Green Bay Packers), respondieron a través de Twitter: “Scooby Doo era un hijo de perra, yo no lo soy. No tengo amo, ni lo tiene mi madre. Saltaré cuando quiera hacerlo. Me sentaré cuando quiera hacerlo. Me arrodillaré cuando quiera hacerlo”.
La propia NFL emitió un comunicado muy crítico, firmado por el Comisionado Roger Goodell. “La NFL y sus jugadores se esfuerzan en crear un sentimiento de unidad en nuestro pueblo (...) Los comentarios que buscan dividirnos demuestran una falta de respeto por la NFL y una incomprensión de la inmensa fuerza para hacer el bien que representan”. Incluso los propietarios, habitualmente timoratos a la hora de pronunciarse respecto a temas espinosos, han dado un paso adelante sumándose en bloque a las críticas.
El presidente tampoco calculó bien los tiempos. Efectuó estas declaraciones justo antes de la 3ª jornada de la ‘regular season’ y la reacción de los jugadores no se ha hecho esperar. En el partido que abría la jornada dominical y que disputaron los Jacksonville Jaguars y los Baltimore Ravens en el estadio londinense de Wembley, una veintena de jugadores se arrodilló mientras sonaba el himno de EE.UU. Posteriormente todos los jugadores se encadenaron de brazos en un claro gesto de protesta en el que incluso participó Shad Khan, propietario de los Jags y 158º en la lista de personas más ricas del mundo, que contribuyó a la campaña presidencial de Donald Trump con un millón de dólares.
Villanueva se queda solo
En el resto de encuentros, programados se produjeron escenas similares de arrodillamientos masivos y cadenas de brazos. Los Pittsburgh Steelers decidieron quedarse en el vestuario mientras sonaba el himno nacional en su visita a los Chicago Bears. Todos salvo uno: el línea de ataque español Alejandro Villanueva, que sí saltó al campo