El filial se desinfla y cede tres puntos
Volaron tres puntos del Miniestadi. Y eso que el partido empezó muy bien para los locales. Seguramente, el mejor cuarto de hora del Barça B esta temporada donde dispusieron de hasta cuatro grandes ocasiones para avanzarse en el marcador. En la primera acción de ataque, Vitinho casi sorprendió a Juan Carlos con un disparo lejano. De hecho, el portero del Lugo fue vital para mantener vivos a los suyos. A los cinco minutos sacó un disparo de Arnáiz y poco después tuvo que aparecer para salvar un remate acrobático de Fali y otro disparo del extremo talaverano desde la frontal en dos acciones consecutivas. Anteriormente, Aleñá había perdonado en la frontal de la pequeña. Fue demasiado generoso, quiso ceder al Choco y un defensa se anticipó. Eso sí, el canterano del Maresme lo remedió pasada la media hora de partido. Recibió en la frontal y ante dos marcadores, se cambió el balón de pierna para dejársela en la buena y soltar un zurdazo que besó el palo y acabó dentro.
El filial del Barça era superior aunque sufría en los balones largos de los gallegos por detrás de la defensa. En una de estas, Fede Vico recibió en la izquierda, bailó a Costas y tras con un quiebro hacia fuera la puso a la cabeza de Azeez, que no perdonó.
El empate dejó tocado al Barça B, que se apagó en el segundo tiempo. El Lugo, en cambio, se fue creciendo viendo que el filial se desinflaba. Y en el saque de esquina en el tras dos avisos anteriores en los que intervino Ezkieta, Iriome cabeceó para marcar el 1-2 definitivo en el último minuto