El Girona rescata un empate en Vigo
Un tanto de Juanpe Ramírez en el 85’ dio las tablas al cuadro de Machín en un partido muy atractivo con alternativas en el marcador
El Girona logró empatar in extremis en Balaídos un partido que tuvo perdido hasta el minuto 85. Lo logró Juanpe después de un partido loco en el que se avanzó el Celta, remontaron los de Machín y volvieron a dar la vuelta al marcador los locales hasta que el defensa firmó el 3-3 definitivo.
Pocos minutos tardó el Celta en golpear. Maxi Gómez dividió desde el centro del campo hasta abrir para Wass, que puso un centro milimetrado a la cabeza de Sisto que no perdonó. Era el minuto 8 y desató un torbellino visitante que giró el marcador en sólo seis minutos. En el 9’
Stuani perdonó ante Rubén pero un minuto después, Mojica se internó por banda izquierda y colgó un centro blando al área, que aprovechó Portu para anticiparse a su defensor e igualar el encuentro con la punta de la bota. Cuatro minutos después, en el 14’, Aleix Garcia botó una falta para que Bernardo prolongase al segundo palo y Stuani, lanzándose en plancha, consiguió hacer el segundo para su equipo.
La locura no acabó ahí. Un minuto después, al revés de lo que había pasado antes, el Celta igualó el marcador. El pichichi de los de Unzué, Maxi Gómez, aprovechó un pase a la espalda de la defensa para quedarse uno contra uno con Gorka, y superarlo con clase.
Después del segundo gol ‘celtiña’, las revoluciones de ambos equipos bajaron y se entró en una fase de más control y menos llegadas. En el 30’, Maffeo obligó a Rubén a intervenir. El carrilero diestro del Girona disparó desde la frontal y el meta local tuvo que estirarse para sacar una buena mano que alejó el balón a córner. Un minuto después, quien tuvo que intervenir fue Gorka Iraizoz, que emuló a Rubén, pero en un disparo de Pione Sisto que iba dirigido a la misma escuadra.
En los últimos compases del primer período el Celta encontró más a sus jugadores por dentro y fue quien llevó la batuta, aunque sin intimidar mucho a la defensa del
Cuatro goles antes de llegar al 15’ marcaron el devenir de un partido frenético
Girona. Maxi, con confianza tras el gol, lo intentó des de la frontal, pero su disparo se marchó a la izquierda de la portería de Iraizoz.
Nada más empezar el segundo tiempo, los de Unzué volvieron a advertir a los de Machín. Hugo Mallo llegó desde segunda línea para rematar un centro raso de Wass, pero Gorka atajó sin demasiados problemas.
El ritmo de partido bajó considerablemente a medida que avanzaban los minutos, el Girona perdió fuerza y se replegó atrás para poder crecer y crear peligro a partir de alguna contra. Asimismo, Machín no introdujo cambios hasta pasado el ecuador de esta fase de partido. Larry Kayode entró por Stuani, sobre el papel un cambio de piezas en la misma posición, pero en una declaración clara de que quería buscar la velocidad del delantero nigeriano.
En el minuto 70, llegó la ocasión más clara del Celta en todo el partido, a la salida de un saque de esquina en el que Gorka intervino dos veces seguidas para salvar al Girona. Roncaglia remató de volea desde dentro del área, Iraizoz rechazó en primera instancia y Maxi Gómez, muy atento, la tocó a un metro de la línea, pero otra vez el portero del Girona fue providencial para evitar el gol.
No lo consiguió en el 75’, cuando Wass volvió a poner por delante a los gallegos gracias a un libre directo en el que Gorka volvió a cometer un grave error anticipándose al palo largo cuando el efecto que cogió el disparo del danés iba hacia el del meta. Un movimiento mortal para el veterano guardameta vasco.
Pese al nuevo golpe, el cuadro de Machín siguió creyendo en sus opciones hasta el final, y en el 85’ Juanpe recogió un rechace dentro del área y lo cruzó a la perfección para superar a Rubén, que no pudo hacer nada. El Girona rasca un punto y recupera el gol tras tres partidos sin ver puerta. El Celta se coloca en zona media