El Sevilla gana y deja más tocado a Míchel
Los ‘boquerones’ siguen sin ganar y ya son colistas
Ever Banega guió al triunfo a un Sevilla atascado en un partido en el que posiblemente más influyó la climatología que las siete jornadas de Liga disputadas, con más 35 grados a las cuatro y cuarto de la tarde en la capital hispalense.
El equipo andaluz, tras golear al Maribor en la Champions, enderezó en la Liga el rumbo perdido ante el Atlético y lo hizo de nuevo con muchos cambios en el once siguiendo el modelo de rotaciones masivas de Berizzo, que encontró bastantes problemas para hallar huecos en ataque estático contra una defensa poblada y organizada como la del Málaga. Míchel planteó una zaga de tres centrales que se convertía en cinco y que dejaba continuamente en fuera de juego a los atacantes locales. Hasta siete fueras de juego les pitaron a los nervionenses antes del minuto 20’. Sólo el cambio de ritmo de Correa alteraba algo el guión, muy plano y sin ideas más allá del balón al pie.
En esta primera mitad, el Sevilla sólo fue capaz de inquietar a Roberto con un tiro al lateral de la red de Muriel tras un eslalon de Correa, muy poco bagaje para un equipo que aspira a lo máximo y que se medía a un rival con muchas vías de agua a bordo.
Cinco minutos antes del descanso el Málaga ya era capaz de estirarse y avisaba con un disparo raso de Juanpi, que sustituyó muy pronto al lesionado Ricca, y, sobre todo, con un zapatazo de Mula que hizo emplearse a fondo a David Soria, sustituto de Sergio Rico en la espiral de rotaciones de Berizzo, que hasta la segunda mitad no vio a su
equipo encontrar los espacios. Lo hizo cuando puso en el campo a Banega por un Franco Vázquez silbado por la grada.
Fue Correa, el otro animador de la tarde, quien, después de avisar tras un pase de Banega, forzó el penalti de Rosales que convirtió su compatriota. Hasta el 68’ no desatascó el Sevilla un duelo del que saldría tocado Míchel. Muriel, tras una gran carrera, hizo el segundo y el Málaga, a la desesperada, sólo inquietó a balón parado