EL ARTISTA DESASTROSO
La Real empata ante el Betis en un partido loco convertido en lluvia de goles por la endeblez de las defensas Los tantos de Willian, Oyarzabal, Prieto y Llorente sólo sirven para irse al parón con un punto más y mucha preocupación
17 goles a favor y 17 en contra en siete partidos. El segundo equipo más go lea dory el más la Liga. Es el resumen de la trayectoria realista y del encuentro de ayer, de auténtico fr en op ático. La máquina de hacer fútbol tiene los pies de barro. La creatividad ofensiva la mancha una endeblez defensiva alarmante e impropia de un equipo de elite. El espectáculo en torno al balón y cerca de la portería rival es un sainete en el área propia. La Real quebró su racha de derrotas, pero se va al parón con sólo un punto más y muy herida. Es un equipo desequilibrado que convierte los partidos en una ruleta rusa que va acabar con los corazones más débiles. Es un artista desastroso, ‘The disaster artist’ ,curiosam entela película de James Franco que se había llevado la Concha de Oro la víspera.
Su coraje y su orgullo herido le llevaron a buscar con todo el 5-4 ya en el descuento, en el que Llorente, bajó la raya, evitó el 4-5. Es el reino del descontrol. La Real es el gol de Oyarzabal, en el que convirtió en oro un saque de banda gracias aun taconazo de Willian José; yes el tanto de Sergio León, que se plantó solo ante Rulli tras un pase de un compañero casi desde su propia área. Es una Real alocada para amantes del fútbol desbocado que debe abrocharse y ajustarse para volver a ser competitiva. Esta montaña suiza le está llevando al abismo, como demuestra el hecho de que sólo ha sumado un punto de los últimos 12 en Liga, 15 sumando la Europa League.
Hay muy pocos equipos que reúnan tanto talento en ataque como la Real o que tengan a un defensa tan devastador como Llorente -dos goles en Liga y otros tres en Europa-, pero no hay ninguno tan permisivo con el rival, que haga tan pocas faltas -una en la primera parte-, que sea tan lento en el repliegue, o que encaje goles con semejante facilidad. En un córner a favor
El 3-4 es el reflejo de los males de la Real: Sergio León solo con un pase desde su área
con 4-4, Llorente bramó a Kevin para que se quedara a defender. No se iba a quedar nadie. Es un estilo que roza lo suicida.
Lo positivo es que la Real anotó cuatro goles y tuvo los bemoles de reaccionar tras quedarse tres veces en desventaja. Hay fútbol y compromiso; pero sin control lo único que van a conseguir es llenar las consultas de los cardiólogos.
Cinco cambios
Eusebio introdujo cinco cambios con respecto al jueves para oxigenar a su equipo, dando paso a futbolistas como Illarra, Oyarzabal y Willian José, suplentes en San Petersburgo, que se confirmaron como los más determinantes del colectivo ya en el primer acto.
Los txuri urdin, al igual que el Betis, metieron dos goles antes del intermedio mañanero, pero el dato más significativo fue que cometieron una sola falta, que además fue en ataque, de Odriozola, ante un oponente que tuvo mayor porcentaje de posesión. Fue desesperante la nueva manifestación de una endeblez defensiva que es una condena. Una falta, dos goles encajados en cuatro disparos, dos duelos aéreos gana dos de siete. Vale más ser competitivo que hermoso.
Cinco minutos tardó Sanabria en airearlas mi serias defensivas de la Real. Illarra y Llorente fueron blandos a la disputa tras un rechace y el balón de Guardado lo dejó pasar Sanabria hacia Fabián, que le regaló el tanto a su compañero paraguayo para que cruzara ante Rulli.
Ocho minutos tardó la Real, que sigue siendo ar mónica atacando, para empatar. Willian bajó a recibir, se apoyó en Prieto y éste descargó hacia Odriozola. El centro del donostiarra lo cabeceó el brasileño viniendo desde atrás. Tocó en Barragán y para adentro. El tercer gol del de Porto Calvo dio paso a unos minutos de frenesí ofensivo realista, que derivaron en el 2-1 de Oyarzabal, que remató un pase de la muerte de Kevin.
Pero ni con esos condicionantes tan positivos supo la Real ponerle cordura y pausa al choque. Recién arrancada la segunda mitad, el Betis volvía a ir por delante gracias los goles de Feddal de remate directo decórner en el 28’ y de Joaquín corriendo a la espalda de la defensa en el 46’.
Otra resurrección
Cada vez que era golpeada, la Real se levantaba. Prieto, que celebraba sus Bodas de Brillantes -75 partidos de Liga seguidos jugando-, obligó a lucirse a Adán tras un centro de Kevin y a la segunda puso un 3-3 que ya asomaba escandaloso. Zurutuza salió de las catacumbas para trazar un pase profundo a Juanmi, al que se le escapó el balón en su recorte.Lo resolvió bien, echándose al suelo y sirviendo a Prieto en bandeja la nueva igualada.
Quedaban 34 minutos y la Real, que aborrece los empates, sólo
17 goles a favor y 17 en contra en 7 partidos: esta Real no es apta para cardíacos
inspiraba el olor a la victoria. Y se lanzó a por ella con ese espíritu indomable que le lleva a ser temerario porque deja desprotegidas sus propiedades.
Zurutuza, tras un robo adelantado, buscó el ángulo y encontró a Adán y Willian José, sin la oposición del arquero y muy forzado, chutó alto tras un centro de Odriozola, habilitado por Vela.
El mediodía otoñal tenía trazas de hazaña y triunfo, pero las ilusiones volvieron a torcerse porque el oponente, un igual a la Real en su afán de jugar desde atrás pero mucho más duro, golpeó a siete minutos del final. Fue una falta a favor de la Real que derivó en el mano a mano del delantero con Rulli con un solo pase de 50 metros. 3-4.
Quedaba la desesperada, que en este caso fue fructuosa. Dos corners seguidos y, al segundo, Llorente, ese delantero goleador camuflado en un traje de defensa, estuvo a punto de horadar la red de la portería y la lona que tapa el fondo con su cabezazo. 4-4 y quedaban cinco y el descuento.
El festival acabó en tablas, entre otras cosas porque Rulli paró su primer balón en un libre directo de Sergio León y porque Llorent es al vóel 4-5 sobre la raya en otro intento del ariete bético.
La Concha de Oro fue para los aficionados que se fueron a comer entre disgustados y aliviados. Queda mucha peli