El reino del descontrol
Sólo el orgullo y un Betis vulnerable atrás evitan otra derrota de una Real que se juega la vida cada minuto
Tremendo Llorente Pésimo árbitro No influyó en nada Álvarez Izquierdo pero permitió al Betis perder todo el tiempo del mundo, a ratos se rieron en su cara. Quinto gol de la temporada para el central que ayer sirvió para salvar un punto. Entra como un cañón en la estrategia.
Cada pérdida, aunque sea a 70 metros, es un conato de incendio en la meta de Rulli
La Real ha decidido jugar se la vida cada minuto de esta temporada. En cada sector en el que comparece,cada acción es un duelo al sol en el que, al parecer, no se hacen prisioneros. Un intercambio de golpes suicida, un reino del des control del que si ayer salió con vida fue porque enfrente tuvo un adversario de similar in consciencia y parecida des organización, lo que permitió al ostxuriurd in rescatar un punto y frenar su dinámica de derrotas. No es suficiente, sobre todo por la preocupación que transmite el plan de vida elegido por Eusebio.
El descenso a tumba abierta, sin frenos, incluye una serie de licenciasque se conceden al rival con las que no se puede ser competitivo al máximo nivel. No sólo hablamos de la catarata de goles que lleva recibidos el equipo (17) que le convierten en el más batido de Primera, sino de esa vulnerabilidad global que le convierte en presa fácil a ojos del adversario, que apenas necesita nada para ir marcándole goles a Rulli sin solución de continuidad.
Como si no hubiera capacidad para discriminar los diferentes tempos del partido, la Real encajó goles en casi todos los momentos críticos. Como en Rusia, a los cinco minutos. Nada más empezar la segunda parte. Nada más remontar el gol inicial del Betis. Cuando ya
parecía que no había solución de continuidad. A siete minutos para el final, después de haber vuelto a rescatar un punto con el 3-3...
No gestionan los partidos
Es como si la Real no valorase la importancia de los tramos crucialesdelos partidos, como sino le diera valor a gestionarlas diferentes coyunturas que va presentan do un partido, tanto en lo relativo al resultado como a la propuesta del adversario. Aunque en realidad la cuestión tiene que ver con el horrible posicionamiento que tiene el equipo lo que, en cualquier momento, le deja totalmente vendido ante el rival. Sin una buena presión, sin acertar en las vigilancias, sin contundencia a la hora de hacer faltas... cada balón perdido es un drama, cada jugada que no se termina, un conato de incendio en la portería propia. Aunque la pérdida se produzca a 70 metros, en apenas segundos el balón amenaza a Rulli.
Al Betis, como antes a otros contrarios, le bastó muchas veces con un golpeo desde su propio campo para superar dos y tres líneas de una Real en la que se repite la imagen de ver correr para atrás a sus jugadores, desesperados, sin capacidad para presentar una resistencia más colectiva y estructurada.
No estuvo le joslamoneda de salir cara, encima. Pudo haber ganado incluso la Real en su asedioel B et is se hacía cruces porno haber cerrado un partido en el que marcó cuatro goles fuera de casa. Pero eso no habría arreglado los problemas estructurales de un equipo que sólo parece pensar en atacar y que, en demasiadas ocasiones, permite a sus rivales que le haga daño prácticamente con la mirada