Así no se arregla

Uno que ha visto a jugar todos los partidos a este equipo, amistosos y oficiales, fuera y en casa, se desmarca de cualquier tendencia negativa o espiral autodestructiva tan propia de estos pagos. A la mayoría de entrenadores de los equipos de Primera les gustaría tener la plantilla que ahora mismo maneja Eusebio y una personalidad tan acusada. Para casi todos sería una bendición tener un Xabi Prieto con esa calidad y 507 partidos con la misma camiseta, un Illarramendi que lo ordene todo yun Odriozola que lo desordene. Los cuadros depresivos habrá que buscarlos en otros txokos. En todo caso, sí hay un problema que solucionar, un mal localizado que hay que intentar extirpar desde el partido de dentro de nueve días en Mendizorroza. Esta Real encaja goles con excesiva facilidad y se expone demasiado sobre todo cuando va por detrás en el marcador o empatando, pero incluso ganando porque lo lleva en el ADN. Es menester hacer ajustes y trabajarlo. Arreglarlo. Es un buen comienzo que unos centenares de niños entusiasmados eleven la autoestima de los jugadores. Ahora toca bajar a la tierra. Ser más consistentes no se soluciona callando a los jugadores. Ni una rueda de prensa en toda la semana. Ni el presidente ni el director deportivo comparecieron ayer en Puio, donde nadie ofreció explicaciones, palabras de confianza al equipo o de esperanza a la afición como suele ser habitual en estos casos. Silenzio stampa. No, la solución no está en callar ni en tapar -sólo dos sesiones abiertas estos siete días-. Está en ensayar y trabajar. Pero tampoco eso se hará en exceso en esta semana tan proclive, sin Liga. Tres días de asueto, otro festivo, el de ayer, y uno de recuperación. Sólo dos sesiones válidas. Así no