Estreno con remontada
El Valencia Basket debutó en La Fonteta venciendo a un Monbus Obradoiro que puso las cosas muy difíciles
El Valencia Basket y el Monbus Obradoiro han reconstruido sus plantillas este verano pero al final su duelo lo decantaron del lado valenciano dos viejos rockeros, Rafa Martínez y Sam Van Rossom. Y eso que el máximo anotador fue, también para los locales, el talentoso Erick Green.
Pero fue el base belga quien despertó al Valencia de su mal inicio y quien le condujo a un plácido final después de que el escolta catalán dinamitara el choque con una explosión de nueve puntos en menos de ochenta segundos. El Obradoiro, que había metido a los locales en algún aprieto, se quedó sin argumentos.
La Supercopa, al cielo
El encuentro arrancó tras una nueva ceremonia de celebración del Valencia, que izó al cielo de la Fonteta el estandarte de la Supercopa. Sus jugadores valenciano no salieron desde el banquillo para ser presentados sino desde el túnel de vestuarios y los últimos en hacerlo fueron los capitanes Rafa Martínez y Bojan Dubljevic, que lo hicieron con el trofeo conquistado en Las Palmas y con el pabellón en pie. Después hubo que ponerse a jugar y al Valencia le costó arremangarse. Viendo a su rival descentrado, el Obradoiro apretó y abrió un pequeño hueco pero la entrada en la pista de Van Rossom y Doornekamp hizo que los locales se pusieran el mono de trabajo. Endurecieron la defensa y con sus triples pusieron por delante a su equipo pero el conjunto gallego aguantó en pie. Con una buena selección y un notable acierto desde la línea de 6’75 sumó de tres en tres y tiró de físico para parar los envites ‘taronja’, algo que logró aunque a costa de cargarse de faltas (35-35, m.20).
El paso por los vestuarios dio nuevas ideas a los visitantes que explotaron los centímetros de Pustovyi y el tiro de Matt Thomas para hacerse con el control del juego. Green evitó que se escaparan en el marcador pero fue Rafa Martínez el que le dio la vuelta con un triple y tres canastas en un minuto y 16 segundos. Una exhibición. Para rematar la faena, Txus Vidorreta devolvió el mando de los locales a Van Rossom y el belga dirigió con tino a su equipo a un final tan tranquilo que su entrenador aprovechó para dar unos segundos a Llompart y a los jóvenes Josep Puerto y Tryggvi Hlinason, para el que supuso su estreno en la ACB