El Sanse marca territorio
Convincente triunfo del filial txuri urdin ante Osasuna Promesas con goles en momentos decisivos
Victoria práctica y convincente del Sanse en Tajonar ante Osasuna Promesas. No fue la actuación más lúcida del filial txuri urdin, que en esta ocasión dejó a un lado estilos más teóricos para someter al rival por una vía más industrial: marcar goles en momentos decisivos. Tres, concretamente, para embolsarse otros tantos puntos. Una renta notable.
El partido se le puso de cara al filial de la Real porque uno de sus centrales, Le Normand, remató a la red un cabezazo a la salida de un córner en el primre acercamiento realista al área de Osasuna Promesas. Era el minuto 4 y el Sanse ya ganaba.
Desperezado el conjunto rojillo, empezó a crear peligro. En una de esas acometidas, el árbitro anuló un gol a los locales. Corría el minuto 22 y la jugada fue dudosa. El empate quedaba invalidado. Sirvió para que el Sanse le viera las orejas al lobo. Durante el resto de la primera parte, los guipuzcoanos cerraron filas y se centraron en que Osasuna no amenazara la ventaja.
El objetivo llegó a buen puerto cuando el colegiado del partido decretó el descanso. Y eso que Osasuna complicaba la existencia al Sanse presionando en posiciones avanzadas. El realista Muguruza estuvo a punto de doblegar la renta txuri urdin, pero su cabezazo se marcó fuera por muy poco.
La jugada clave, en el 50’
Poco se podía pronosticas al término de los primeros 45 minutos por lo ajustado del resultado y también por el juego que ambos
contendientes estaban exhibiendo. Las dudas en la segunda parte duraron cinco minutos.
En el 50’ de partido llegó la jugada clave. La que decidió. Albisu cometió penalti y en esa misma ju- gada vio su segunda cartulina amarilla. A la calle y pena máxima a favor del Sanse. La materializó Alejandro Sanz, por lo que el asun- to quedaba muy decantado.
Los 40 minutos restantes sirvie- ron para que Osasuna Promesas sacara a relucir todo su orgullo. La intensidad era el arme de los pamplonicas en su afán de recortar distancias y el Sanse se limitaba a tener el balón. Los de Alguacil templaron el partido entre pases y pases para hacer que Osasuna corriera detrás y se desgastara.
Los locales Jordan y Lizarraga estuvieron cerca de batir al Sanse, pero Zubiaurre logró que su portería permaneciera imbatida, lo que da más lustre a la victoria. El encargado de redondear el resultado para el filial txuri urdin fue el otro central, Lapeña. Fue en otra acción a balón parado. En esta ocasión, el jugador realista lanzó una bella falta directa que se coló en el fondo de las mallas rojillas. Un carpetazo estético para un triunfo práctico y de mucho valor