Beauvue pone al Lega en la quinta posición
Los pepineros, en racha, se sitúan en plazas europeas
Un solitario gol de Beauvue bastó y sobró al Leganés para tumbar al Athletic en Butarque. Los pepineros supieron a qué jugaban en todo momento. Los leones, no. Mientras en los pepineros se felicitan por su quinto puesto, en Bilbao empieza a sonar con fuerza la palabra crisis. El Athletic sigue sin encontrar su identidad.
El Leganés afrontaba la visita del Athletic con la tranquilidad que le otorgaba su meritorio arranque. Asier Garitano, un míster que en su etapa de jugador pasó por Lezama, fue fiel a su 4-2-3-1 y una clara disposición al repliegue intensivo y al despliegue atacante en función del poseedor del balón. Ziganda llegaba a Butarque con otro tipo de urgencias. Pese al 1-0 frente al Sevilla en Liga, los leones venían de dejar un paupérrima imagen en su último duelo en Suecia.
Los pepineros, con la lección bien aprendida, apenas incordiaron a Arrizabalaga. Intentar lo intentaron, pero solo le pusieron a prueba en un tiro de Gabriel que detuvo el meta sin problemas. El bagaje ofensivo de los leones resultó desolador. Ningún remate entre los tres palos de la portería de Cuéllar. Mateu Lahoz, mientras tanto, se encargó de desconcertar más aún si cabe a unos y a otros.
El Athletic arrancó con Iturraspe y nuevos bríos en la segunda mitad. Aduriz lo intentó pronto de cabeza, Cuéllar evitó el 0-1 con una gran mano a tiro de Williams y San José, en una salida a destiempo del propio Cuéllar, remató al larguero. Todo en ello en un margen de cuatro minutos. El gol, sin embargo, llegó por parte del Leganés. San José falló un pase en el centro del campo que aprovechó Beauvue para robar el balón, plantarse ante Arrizabalaga y batirle con tranquilidad. Zaldua estuvo a punto de hacer el segundo poco después. El Athletic intensificó sin éxito su ofensiva. Aduriz, con razón, reclamó entonces lo que pareció un claro penalti por agarrón de uno de sus marcadores. Mateu no quiso saber nada. Amrabat pudo matar el encuentro poco más tarde con una contra que desbarató
En Bilbao se empieza a hablar de crisis después de una semana negra