La injusticia del deporte
Gipuzkoa Basket debió salir vencedor del derbi en el Buesa Arena. Hizo todo lo que tenía que hacer para ganar, es decir, jugar bien en defensa, atacar con fluidez y encontrar a sus jugadores más calientes para percutir contra un Baskonia triste, sin juego y en plena crisis. Porfi Fisac ha dotado a su equipo de un estilo propio, el que le va a un grupo de jugadores que, además, enamoran con su versatili- La apuesta por debutantes en la categoría, la mitad del equipo, y otros más consolidados pero que estaban en el mercado esperando ofertas está dando los frutos apetecidos. Así las cosas, el GBC es un equipo, juega como tal y dispone de referentes que le dan consistencia. Norel y Swing son las estrellas a la espera de que Clark se sume a ese rol para el que está llamado. Chery empezó a despuntar en el Buesa y Fakuade, Dani Pérez y Miquel Salvó comienzan a dar que hablar en la ACB. Van Lacke pone la experiencia y Oroz y Pardina la esencia de una plantilla que completa Agbelese.
En la cancha del Baskonia debieron ganar, pero al final se encontraron con las individualidades de un equipo de Euroliga. Los Granger, Beaubois y Shengelia aparecieron en el momento oportuno. Tamdad. bién un arbitraje hogareño que tras la técnica a Timma cambió el criterio para favorecer al poderoso y perjudicar al que estuvo a punto de dar la sorpresa de la jornada. Por eso el duelo dejó en el GBC la agradable sensación de tutear y poner contra las cuerdas a un equipo con un presupuesto cinco veces mayor, y la decepción de una derrota que bien pudo ser un triunfo